Sociedad

Es alarmante el aumento de autoagresiones

El tema de las lesiones autoinfligidas es algo que preocupa y mucho a la sociedad, aunque no se hable públicamente demasiado del tema y se conozcan pocos estudios reales de prevención.

En el Departamento Santa María las cifras treparon a casi al doble este año. En 2013 hubo más de 20 casos conocidos de intentos de suicidio, mientras que en 2014, el número trepó siete veces más. No se conoce un patrón, ni una edad promedio, aunque las mujeres son las que encabezan la lista y los casos que vinculan estas autoagresiones con niños y adolescentes, quita el sueño a más de un profesional en el hospital local.

Oficialmente, el discurso no pone en evidencia una problemática real, aunque se sabe que el nosocomio lleva estadísticas alarmantes de las que prefiere no hablar.

Recientemente, en la ciudad, hubo casos resonantes y otros que no llegaron a tapas de diarios, pero se conocieron en las guardias médicas. Se sabe que en los últimos dos meses hubo 6 casos de autoagresiones vinculadas a niños y adolescentes que en algunos casos fueron derivadas y en otros se les hizo el seguimiento con las entidades correspondientes.

“El número como dato oficial siempre es mentiroso y siempre hay cosas que pasan y no quedan registradas en las instituciones oficiales. Por cada suicidio son esperables otros seis”, comentó la responsable del área en la Dirección de Salud Mental de la Provincia, Lidia Alejandra Rossi, en relación a los registros que hay en el tema y las conductas imitativas de los jóvenes.

Los motivos que aducen los adolescentes para los intentos de suicidio suelen ser depresión, la ingesta de sustancias tóxicas, violencia de pares (bullyng), dificultad en las relaciones, pérdida de los abuelos, etc.

En casa
Leandro Molina es el referente del área de Psiquiatría del Hospital Illia, quien, consultado sobre el tema, aclaró lo siguiente: “Hay muchos desencadenantes que terminan en una conducta autoagresiva. Esta conducta es valorada, se realiza el diagnóstico y se plantea la estrategia a seguir”.

El Hospital tiene psicología de guardia pasiva, y en caso de necesitarse interviene el psiquiatra. Si se requiere, se realiza una internación para profundizar la valoración de su círculo o su entorno; luego se plantean las estrategias psicológicas, terapéuticas, farmacológicas y psicosociales. El factor psicosocial es el principal desencadenante y tiene que ver con la realidad que se vive todos los días.

Puertas para adentro, hay muchas instituciones trabajando sobre el tema, aunque son pocas las que hacen conocer esas investigaciones. Hay un caso, y es el del Centro de Investigación Ricardo Núñez, del Poder Judicial de Córdoba, en el que se puede leer un minucioso e inédito estudio sobre las estadísticas y los factores causales de suicidios en la Provincia y que tiene por objetivo mejorar la prevención.

Las opiniones son variadas, aunque comienzan a vislumbrarse por primera vez las afirmaciones de algunos profesionales que aseguran que se debe hablar sobre la problemática. “En la equivocación, aprendí que lo que empezamos a hablar y comunicar, nos va haciendo perder el miedo. Del suicidio sí se habla, el silencio y el miedo nos enferman. Esto se puede curar (…), afirma el psiquiatra Juan Carlos Lostaló.

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