Cultura

Karma Lucía, Alta Gracia y el amor de siglo en siglo.

El domingo pasado se filmaron las escenas del último día de rodaje de la cuarta película del cineasta italoargentino, Sandro Giovannini. Se trata de un largometraje ficcional, cuyo personaje principal (el mismo Giovannini) va a lo largo de los siglos buscando a las reencarnación de su mujer, desde fines de siglo XV hasta la actualidad. El último día de rodaje describe una metáfora del paso del tiempo desde 1900 hasta hoy, con vehículos de distintas épocas, que circulaban por la calle Catamarca. Los personajes iban subiendo y bajando de auto en auto, hasta llegar a la actualidad en un Torino del año ´80.

Su pareja, la actriz, dramaturga y docente de teatro, Verónica Freites, es la compañera de vida y de todos y cada uno de estos proyectos. Produce, actúa, participa y es parte del sujeto de las películas. En plena “acción”, RESUMEN dialogó con los artistas acerca no sólo del significado y la estética de este último trabajo, sino también de la relación que mantienen con nuestra ciudad que los adoptó hace unos años atrás y se convirtió en la escenografía y la inspiración de las últimas obras.


Escenografía y actores

“Empezamos a cubrir lugares que antes no cubríamos, y lo mismo con los personajes. Pensamos muy minuciosamente con una búsqueda de locaciones mucho más conscientes para poder ambientar cada siglo. La arquitectura en Alta Gracia y alrededores se presta mucho a la narración del paso del tiempo porque coexisten formas, épocas, destinos y usos, en los que el paso de la historia se hace tangible”, explica Verónica. Con respecto a la participación de más de cien actores, entre profesionales y vecinos, la dramaturga agrega: “Hemos buscado actores de la zona, gracias también a la película anterior Rumores de Seda. No tenemos financiamiento de ningún tipo y eso, tal vez, hace que la gente de Alta Gracia se haya acercado a ayudar con elementos, vestuarios, locaciones a la actuación”.
Lo que resulta llamativo es que ambos artistas viven desde hace unos años en Alta Gracia y ya han logrado generar una movida cultural y participativa afuera de lo común. “Estos chicos generan por amor al arte, sin especular y eso me parece conmovedor. Están integrando todo el paisaje del Alta Gracia, urbano, suburbano, los arroyos, casas extrañas y fábricas abandonadas. Le están devolviendo a Alta Gracia una memoria cultural con esa impronta del cine y de la trasposición de espacio y tiempo” explica la reconocida artista Hilda Zagaglia, quien participa y apoya el trabajo de los cineastas desde hace años y ya se ha convertido en una actriz fija de las películas.

El director

Sandro Giovannini nació en Turín, Italia hace poco más de treinta años atrás. Cuando tenía nueve años se mudó con su familia a la zona de Cruz del Eje. Independiente desde adolescente, estudió teatro en Córdoba pero su pasión fue siempre el cine, que interpreta con una mirada singular propia, y que gestiona, dirige y produce a la pulmón. Aún así ya lleva cuatros largometrajes en su portfolio, los últimos dos, Rumores de Seda, estrenado el año pasado, y Karma Lucía, en fase de montaje, rodados, pensados, y narrados en Alta Gracia y alrededores. “Sandro tiene una forma muy original de ver las imágenes y contar las historias. Tiene mucho gusto por el cine italiano y europeo, pero a la vez se siente argentino. Es muy tenaz y constante, no le importa si va solo, sin subsidios, sin ninguna ayuda económica: él sigue, como buen “tano”, relata su compañera de vida y de trabajo.

“Amo el cine, como un medio de comunicación, algo que me deja ser. Esta película es un viaje, muy lineal, una fantasía y una búsqueda espiritual, a través de metáforas, de la humanidad y su viaje hacia la trascendencia”, explica Giovannini.

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