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La venta en las redes, una de las herramientas más usadas en el mercado negro

Desde un par de medias, hasta un automóvil o maquinaria agrícola, pasando también por autopartes, motocicletas, celulares o plantas. En las páginas de venta o permuta de facebook se puede conseguir de todo, sin intermediarios y a un costo accesible. Quizás por eso se hayan convertido en uno de los métodos de venta minorista más utilizado llegando a comercializar por día hasta 30 productos, según afirma el administrador de una de las páginas más difundidas en nuestra ciudad.

En pocos meses la comercialización por las redes creció significativamente y pasó de haber 3 páginas a 20 (en Alta Gracia) todas con tráfico informativo cada 10 minutos aproximadamente. El método es muy fácil. Una foto del producto, un par de especificaciones, un precio estimativo y las ofertas se discuten por privado. Es decir, nadie sabe si el producto que está a punto de adquirir es un viejo mueble que el propietario de una vivienda quiere liquidar para renovar el hogar, o forma parte de algún botín que un delincuente necesita reducir. En los sitios vale todo y eso lo hace quizás el método más utilizado, a la par de los grupos de whatsapp de venta que desde algún tiempo también aumentaron en cantidad y variedad.

¿Es un delito?
Sin duda esta mecánica no constituye un delito, y se ha transformado en la manera más rápida de vender un producto y conseguir el dinero al instante. Hacer un relevamiento de la gente que comercializa en el sitio o de los productos para detectar si está o no relacionado a un hecho delictivo se ha transformado en un imposible, aunque las Brigadas de Investigaciones de la Policía suelen recurrir a estas publicaciones para comprobar alguna venta clandestina de algún conocido delincuente que esté apurado por sacarse lo robado de encima. De todos modos es muy difícil chequear cada publicación, así que suele ser un trabajo de hormiga entre la denuncia del damnificado, la búsqueda del delincuente y la publicación que éste hace de lo robado.

En algunos casos, ésto ha tenido resultados. Un ejemplo de ello fue la comercialización de un equipo de música que había sido robado a una familia de barrio Sabattini hace algunos meses y que provocó la detención de los responsables luego de que la misma dueña de lo que pretendía venderse intentara hacer la compra y diera aviso a la Justicia. Por el hecho aún los responsables están detenidos.

“Es una herramienta más, lo tenemos en cuenta, pero más lo utiliza la Policía”, subrayaron fuentes judiciales; e hicieron hincapié en el cuidado que el comprador debe tener porque un mera transacción lo puede llevar a estar cara a cara con delincuentes, o abrirle la puerta de la casa a alguno desconociendo con quien se está haciendo la compra o venta: “Si no hubiera gente que compra cosas robadas, sería muy difícil para los delincuentes reducirlas. El hecho de que se hayan cercado mediante investigaciones algunos aguantaderos que servían para almacenar y luego vender, ha ocasionado que muchos delincuentes; sobre todos los más jóvenes, prefieran guardar lo robado en la vivienda, ir rotando de casa en casa y publicar los productos por internet ya que ésto le asegura una venta rápida y además la ausencia del vínculo con quienes reducen los productos, evitando así varios problemas”, agregó al fuente.

Doble función
Sin dudas el crecimiento de algunas herramientas informáticas no solo beneficia y facilita las distintas actividades laborales; sino que también abre una puerta al delito donde algunos delincuentes tienen un circuito informativo más eficiente a la hora de buscar una nueva víctima. La venta en las redes sociales, no sólo es el boom de la comercialización; sino que también se ha transformado en el vehículo más utilizado del mercado negro.

En el mismo ámbito conviven dos realidades que algunos simplifican: “Yo tengo un pequeño emprendimiento donde fabrico alfajores. Más allá de que salgo a ofrecer y pongo carteles, la venta más efectiva es a través de una de las páginas de facebook donde publico lo que hago y ya tengo clientes fijos”, manifiesta Andrés Pereyra sobre el tema. En otro sentido, pero con el mismo fin, Martha Acosta cuenta de qué manera vende la ropa o muebles que ya están viejos a través de esta mecánica: “Desde hace un tiempo utilizo esta manera de vender. Es rápido y lo puedo hacer desde mi casa. Con esta crisis, algunas veces hacemos trueques”, cuenta.

Lucas, por su parte, (quien prefirió no dar su apellido) manifiesta que muchas veces ha adquirido cosas en las redes conociendo que algunas de ellas fueron obtenidas de manera ilegal: “si nos ponemos a ver que tiene factura y qué no podríamos comprar nada. Yo pregunto y si está a bajo precio lo compro, sólo tengo la precaución de no hacer la transacción en mi casa porque se los riesgos que se pueden correr. No nos corresponde a nosotros saber si es robado o no, la Justicia debería investigar mejor y frenar a los que publican cosas robadas. No es tan difícil de detectar”, concluyó el vecino que es asiduo visitante de estas páginas.

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