Colectividades

Luces y sombras del Encuentro de Colectividades: ¿local o turístico?

Como cada año, una vez finalizado el Encuentro de Colectividades tanto la Comisión organizadora como el municipio hacen un análisis oficial sobre todo lo ocurrido durante el evento. Pero hay que destacar que existe otro análisis (quizás el más realista y concreto), el que se escucha en la calle, en los bares y circunstancialmente, en las redes sociales; el balance que le pertenece a los vecinos, a toda la gente que habiendo concurrido o no al Encuentro, se siente parte importante del mismo.
Entre los reclamos que más se escuchan se puede percibir la necesidad de rever el valor de la entrada, el alto caché de los artistas convocados, el montaje de las diferentes colectividades que se enmarca en la calidad de la gastronomía, la estructura y presentación de las carpas (piso de tierra, por ejemplo, excepto Francia), el urgente replanteamiento de que vuelvan a ser colectividades reales las que participen y no comerciantes que en esa época del año se visten de inmigrantes, el show que cada cultura ofrece al público, el valor y calidad de los platos y bebidas, la feria de Bv. Alfonsín y un largo etcétera.
Si bien año a año han habido cambios, existen otras modificaciones más profundas que debieran replantearse y a las que no tendrían que ser ajenos, por ejemplo, los concejales, electos representantes de los vecinos que pugnan por volver a sentirse representados por la fiesta.

Entre la esencia y el balance
Muchas son las voces que piden un retorno a la esencia de Colectividades. Se oyó decir a uno de los fundadores del evento: “Antes podías ver a la familia Hourgras en la carpa de Francia, o a un descendiente de italianos llorando mientras escuchaba una tarantella. Las mujeres decoraban todo con flores, así nació”. Más allá del romanticismo y de la belleza de esos recuerdos, también es cierto que el Encuentro creció y tal como lo señaló el ministro de Comunicación de la Nación Oscar Aguad, “hoy está entre los 3 o 4 eventos más importantes de la Provincia”, por lo que el factor económico y competitivo con otros eventos de una temporada cada vez más nutrida obliga a plantear mejoras permanentes.
Durante la presidencia de Roberto Urreta se planteó la necesidad de crear un “manual de estilo” para que las comisiones, renovadas año tras año no partieran desde cero y no repitieran errores. Algo de eso ha sucedido aunque en lugar de un manual, lo que hay son nombres que repiten su participación acumulando y aportando experiencia (como Eduardo Conterno). No obstante y a la par, la voz de los vecinos pidiendo una vuelta de tuerca que genere mayor identificación con la ciudad late cada vez más fuerte.

Hoy, podemos decir que Colectividades, para los vecinos, es una fiesta cara y poco representativa. Se aproxima la edición XXX y todos tienen derecho a opinar sobre lo que es un hijo directo de Alta Gracia y al mismo tiempo uno de los máximos faroles que se posan sobre una ciudad que pretende ser turística. Que sean dolores de crecimento y no de enfermedad, por el bien de todos.

Mostrar más
 

Noticias Relacionadas

Comentarios:

Botón volver arriba