El escritor Norberto García Yude presenta su libro número cuarenta y cuatro, «El primo Gabriel», y el concedió una extensa entrevista a #RESUMEN en donde habla de todo: Su historia de vida, sus gustos literarios y el periodismo actual.
¿Cuántos libros ha escrito?
-«Tengo un montón, me parece que este libro es el número cuarenta y cuatro».
¿Cuál es su fuente de inspiración para escribir?
-«Es una ensalada, yo soy un alucinado, cuando duermo sueño que escribo. Cada libro que escribo es una temática distinta: Tengo libros de poesía, infantiles, narrativas, novelas, entre otros, pero yo no creo en «la inspiración». La inspiración es solo una palabra, lo que hay son disparadores en todo caso. Por ejemplo: Si las mayorías son las que mandan, ¿Por qué nos maneja el 0,2% de la población argentina?, esas son las cosas que uno ve que sirven de disparador. El tema en la poesía, pasa por otro carril, uno a veces quiere decir cosas que parecen ser precisas o que son injustas, entonces eso se queda en la mente y en un momento se producen, por que cuando uno esta escribiendo, lo hace con el inconsciente. Yo soy existencialista, por eso puedo escribir tantos libros. Cuando yo tenía 15 o 16 comencé a hacer teatro con artistas como Haideé Padilla, Betiana Blum u Onofre Lobero y ahí conocí a Manuel Mujica Lainez. Yo tenía mi primer librito de poemas y como mi admiración hacia él era tan grande lo fui a ver y le pedí que me prologue el libro, yo ya tenía casi 18 años en ese entonces, y me miró como diciendo «y este mosquito quien es», pero sin embargo me lo prologó. Ese fue un hecho muy importante para mí por que ahí me separé del arte teatral y seguí con la literatura».
¿De que se trata su nuevo libro «El primo Gabriel»?
-«Este libro se ocurrió mientras caminaba con José Luis Thomas por la playa de Villa Gesell, antes de la pandemia. En ese momento me acordé de un periodista que se había ido a vivir en el extranjero y ahí saque la cuenta del libro: Esta es una historia de amor, pero es un triángulo amoroso, como las que supongo que debe haber muchos también. Este libro tiene una particularidad muy especial, transcurre todo en Córdoba, desde San Javier hasta Alta Gracia y cuando llegamos hasta aquí aparecen personajes que nosotros vemos todos los días y hablamos con ellos. Hay algunos comerciantes locales también, con nombre y apellido. El libro se define al final».
¿Es amigo de los libros con final abierto?
-«A mi libro no lo dejé con final abierto, lo obligué a definirse. No soy muy amigo de los finales abiertos, yo soy de la vieja ola en donde en la literatura hay presentación, nudo y desenlace y en el desenlace le doy un final. Yo no quiero que se imagine el final quien me está leyendo, el punto final lo pongo yo».
¿La tapa de «El primo Gabriel» es un retrato suyo?
-«Esa es una pintura que me hizo Luis Hourgras. Es un dibujo de mi cara».
¿La gente sigue leyendo del libro en papel o la tecnología se los llevó puesto?
-«Se los está llevando. Hay un corriente de público que me lee a mí en papel, tengo una trayectoria de más de cincuenta años. Hay gente que tiene todos los libros míos y que no se venden como «best seller», yo nunca voy a ser «best seller». Los que hacemos literatura literaria somos minoría, el best seller es para los que escriben ficción, una narrativa que es muy fácil de resolución, no es ni incisiva ni cuestiona, tampoco es filosófica».
¿Va a volver a hacer periodismo?
-«Nosotros hacemos el «Notiserrano» desde hace años, yo estoy más en la parte de investigación. Yo hice muchos años periodismo y me cansé, el periodismo actual no me gusta nada por que tiene muy mala fama también, entonces no tengo ganas de estar involucrado en cosas que pueden arrastrarme a cosas que no me gustan».
¿Tiene un escritor, autor o dramaturgo preferido?
-«Tengo varios. El que a mi me marcó a fuego fue Julio Cortázar, que ahora está en desuso, por eso me hice cuentista».
¿Y de Borges que opina?
-«Lo adoro, lo conocí, tengo varias historias con Borges. Él iba los jueves a una librería en calle Florida, Buenos Aires, y en esa reunión estaba Donald McCluskey y Graciela Borges, éramos varios. Entonces él, ahí hablaba, y nosotros lo seguíamos mucho. Es una persona que para mi está muy incomprendida por el pueblo argentino».
De los escritores contemporáneos ¿Con cuáles se queda?
-«Me gusta María Rosa Lojo, me gusta muchísimo. Reyna Carranza, es nuestra escritora cordobesa y es fantástica. Mario Vargas Llosa, me encanta ya que busco la coherencia de su vida con lo que escribe, yo busco las dos cosas».
¿Tiene que sí o sí existir eso para Usted?
-«Totalmente de acuerdo. Por ejemplo, vos tenes a un escritor como Edgar Allam Poe y su locura está de acuerdo con su obra y si lees a Horacio Quiroga lo que escribía con su locura que terminó en suicidio también es coherente como Alfonsina Storni».
¿Es su último libro?
-No, estoy escribiendo dos novelas, tres libros de poesías, un libro de cuentos y tengo dos libros infantiles que están por entrar a la imprenta. Escribir es mi vida y voy a escribir hasta mi último aliento, moriré con las botas puestas»
