¿A dónde va el cartón que tiramos? REUSAR: la cooperativa que transforma residuos en trabajo

Con un equipo de veinte personas, los trabajadores de REUSAR se encargan de recolectar los residuos reciclables de la ciudad y convertirlos en una fuente de ingreso para decenas de familias.

Resumen dialogó con Emiliano Ferreyra y Martín Perpetua, quienes coordinan las distintas áreas de trabajo de la cooperativa REUSAR (Recicladores Urbanos por la Salud Ambiental de la Región): desde la recolección de materiales reciclables y el funcionamiento de los puntos verdes, hasta las campañas educativas que promueven la separación de residuos enmarcado en el programa “Alta Gracia Más Verde.”

En Alta Gracia, según datos públicos del municipio, en 2023 solo entre el 8% y el 12% de los residuos domiciliarios se separaron correctamente.
“Hay mucha gente que hace el esfuerzo de separar en su casa, de acercarse al punto verde y dejar los materiales limpios. Pero también hay quienes arrojan basura o residuos inadecuados, y eso contamina todo el resto, impidiendo su recuperación”, explicó Emiliano, integrante del equipo.

Desde su creación, REUSAR trabaja en convenio con la Municipalidad de Alta Gracia, articulando acciones dentro de la Secretaría de Servicios Públicos y Ambiente.
El proyecto incluye tanto la recolección con camiones y carros como la gestión de los puntos verdes distribuidos en distintos espacios públicos.

El proceso de recolección es diario y en grupos.
“Salimos todos los días, excepto los jueves, que dejamos ese día para ordenar y clasificar lo que llega a la planta. Siempre trabajamos en grupos y con uniforme, porque buscamos sostener el valor del trabajo colectivo”, detallaron.

En los últimos años, la comunidad de Alta Gracia muestra un cambio positivo.
“Se nota en los volúmenes de material recuperado, que aumentaron año a año. Más vecinos se suman, preguntan y quieren hacer las cosas bien. Falta mucho, pero se está avanzando”, aseguraron Ferreyra y Perpetua.

El proyecto, además de su impacto ambiental, tiene un fuerte valor social: genera trabajo digno y estable para familias que antes se desempeñaban de forma informal.
“Cada tonelada recuperada representa no solo menos contaminación, sino también más ingresos para las personas que viven de este trabajo. Es una forma de cuidar el planeta y, al mismo tiempo, de construir comunidad”, remarcaron.

Entre los próximos desafíos, la cooperativa proyecta ampliar su capacidad operativa y avanzar hacia un sistema de recolección puerta a puerta, además de seguir fortaleciendo la educación ambiental con propuestas lúdicas y participativas.

“Cada botella separada, cada cartón limpio, cuenta. Aunque parezca poco, cada gesto suma al cambio colectivo”, concluyeron desde REUSAR.

Salir de la versión móvil