Andrés Chaijale, uno de los organizadores del Festival Peperina, el más importante evento gastronómico del interior del país, contó que el balance es muy bueno.
«He recibido el cariño de la gente, con mensajes, con fotos, por todos los medios, mucho cariño y reconocimiento, lo cual es estimulante para volver a las pistas» comenzó.
Los puntos fuertes fueron «los pequeños y grandes ajustes que hicimos: el Mercado Nacional en el medio, con un mayor tamaño, la distribución de los productos, la variedad de productos, lo que más se ha valorado. Y a nivel cultural, las clases o charlas en el auditorio, con muy buenos resultados, con temáticas muy diversas y nos animaremos a ir por más».
«Haciendo un balance prematuro, fue muy bueno ordenar los consumos, los fuegos, la terraza de gin, la carpa de vinos cordobeses, le hace más fácil al asistente encontrar lo que busca. El que ´no quede nada´, es un arma de doble filo, una cosa esquedarse sin productos el domingo por la tarde y otra el viernes. Cuando desde el escenario culinario veo la marea humana, me agarra miedo, ya que hay que brindar un buen servicio para todos» detalló Chaijale.
Además adelantó que ya mañana se realizará la primera reunión para pensar en Peperina 2024. «Aquellos chef que vinieron primera vez, todos tienen esa percepción de que vienen al interior pensando que es un evento chico, que puede haber alguna improvisación y se sorprenden con que hay 15 personas detrás del escenario, los servicios completos -agua y gas-, un lugar para que ellos descansen, con todo lo que necesitan y más por si cambian la receta. Hay un seguimiento de los invitados hasta que retornan a su casa» manifestó el organizador.
Para mejorar para el año siguiente, Chaijale opinó que se debe duplicar personal de limpieza en espacios comunes, «hemos estado a la altura pero se puede hacer mejor. Y ha quedado gente que quiere venir al escenario. Christophe Krywonis no pudo venir. Hay mucha gente joven, emergente, con muchas ganas de mostrar cosas y a ellos apuntaremos en el 2024» concluyó.
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