El robo de equinos es un delito que crece semana a semana, no sólo en nuestra ciudad, sino también en localidades vecinas. Los damnificados (que prefieren guardar su identidad porque temen represalias) aseguran que ya no hacen más denuncias porque han explicado en reiteradas oportunidades a las autoridades policiales la ruta, los entregadores y los puntos de entrega y “nadie hace nada”. Debido a esto se manejan de manera autónoma y contactan a “un intermediario” que ubica al animal y arregla el rescate. “Es una red perfectamente organizada y aceitada”, aseguran y hacen un alto para relatar de qué manera los caballos son sacados de Alta Gracia y trasladados a la ciudad de Córdoba para su reventa o comercialización de la carne.
La ruta
“Muy pocos son los que carnean acá. La mayoría son trasladados a Córdoba. Van cortando campos hasta el autódromo, luego cruzan la ruta por la torre de Myriam Steford, entran a la Estancia Los Cerillos, salen atrás de Bouwer, luego camino San Carlos, hasta las villas”, explican. Una vez allí esperan ser contactados para pedir el rescate. En caso de que no se abone lo pactado dentro de las 72 hs, el caballo es faenado. Esa carne es utilizada para chorizo, milanesas o hamburguesas.
Los lugares donde normalmente se ubican los animales robados son Villa El Nylon, Siete Alcantarillas , Ciudad Evita, barrio Sachi entre otros. “Uno de los que contactamos es el turco Mansilla, él se encarga de ubicar al animal. Obviamente se arregla si no avisamos a la Policía”, afirman.
“Debemos actuar”
Desde la comisaría advirtieron que si conocieran en detalle la ruta y los contactos “no solo que podrían actuar, sino que deberían hacerlo”. Sobre el tema el comisario Daniel Flores expresó: “ Si la situación de demostrar por dónde es la ruta y cuales son los puntuales contactos hubiera existido, por supuesto que se podría hacer algo. Una vez formulada la denuncia y conociendo quiénes son los supuestos autores del hecho, tenemos la obligación de actuar, no es una cuestión de gusto o no”, afirmó y agregó que el pago de rescate es contraproducente para la investigación y posterior intervención de la Policía.