Cayó uno de los pedófilos más buscados del país

Sin embargo, Espinillo nunca fue a la cárcel. Había dejado el auto que manejaba como remise, había dejado de ir a la cancha, intentaba borrar los rastros de sus movimientos. Así, se mantuvo en la clandestinidad durante casi cinco años, hasta hoy.

La División Búsqueda de Prófugos de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA finalmente lo encontró en la mañana de hoy mientras dormía en una casa chorizo de la calle Luis Sáenz Peña al 1900, zona de Boedo, a pocas cuadras del hospital Garrahan, en una investigación pedida por el Tribunal de Menores N°3 a cargo del juez Sergio Real y la UFECRI, la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja, a cargo del fiscal José Campagnoli.

Así, lo arrestaron y se lo llevaron. El domicilio donde lo encontraron era, precisamente, su domicilio fiscal registrado ante la AFIP.

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