Carlos Papalia, integrante de la asociación, enumeró una serie de formas de prevención a RESUMEN DE LA REGIÓN.
Para evitar intoxicaciones con monóxido de carbono:
- Tener en cuenta en nuestros domicilios que calefones y estufas en baños, dormitorios y espacios cerrados, solamente se deban instalar con tiro balanceado y lo debe hacer un gasista matriculado, así cumple con las disposiciones vigentes de los entes de control de gas. Deben disponerse rejillas de ventilación superiores e inferiores, entre otras.
- En las cocinas, calefones o estufas, hay que visualizar una llama de color azul: si la llama es amarilla o naranja, está quemando mal y estamos respirando monóxido: precisamos un gasista que regule la salida de gas.
- La evacuación de gases deben ser conductos o chimeneas, los cuales deben estar libres de obstáculos, no debe haber nada encima o frente a ellos. La ventilación de las viviendas es muy importante: si hay artefactos de tiro balanceado o no, pantallas o con llama: debe haber una ventilación superior para salida e inferior para entrada de aire.
- Si se calefacciona con brasero, dejar cinco centímetros una ventana abierta para recirculación de aire y cuando van a dormir, hay que sacarlo y apagarlo afuera, no dormir con el brasero encendido.
- Especial cuidado con el uso de pantallas que se ponen sobre garrafas: evitar ese tipo de artefactos, son peligrosos y han ocasionado incendios, perdidas totales en viviendas.
- No colocar ropa para secarse sobre los artefactos.
¿Qué es el monóxido de carbono?
El monóxido de carbono es una sustancia tóxica que ingresa al cuerpo a través de la respiración. Puede provocar dolor de cabeza, náuseas, vómitos, desmayos e, incluso, la muerte.
Es altamente peligroso porque no es detectable a través de los sentidos. Carece de olor, sabor y color. Tampoco irrita los ojos ni la nariz. Por eso, es indispensable la correcta instalación de los artefactos por un gasista matriculado y mantener bien ventilados los ambientes.
¿Cómo se produce?
Todo material combustible rico en carbono (gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, madera, plásticos) necesita oxígeno para quemarse. Cuando la cantidad de oxígeno es insuficiente, la combustión es incompleta y se forma monóxido de carbono (CO).
Las consecuencias son:
- Dolor de cabeza
- Irritación de ojos
- Nauseas y vómitos
- Mareos, desvanecimiento
- Muerte
Papalia afirmó «Es un gas letal, silencioso, no avisa» y recomendó: «Antes de prender las estufas, cada año hay que llamar al gasista para que controle los artefactos, haga una limpieza y chequee el buen funcionamiento de válvula de seguridad«.
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