Crecen los casos de abuso sexual y violencia familiar en nuestra ciudad

Cuando de este tema se trata, se conjugan distintos factores como miedos, silencio, prejuicios, desconocimiento y hasta repudio; pero la realidad es que la violencia familiar ha ido creciendo año tras año y el abuso sexual intrafamiliar (la forma extrema de esta violencia) va de la mano y a la par. Los números en Alta Gracia de este flagelo indican que hubo 720 hechos de violencia familiar en 2010 y para el corriente año esa cifra trepó a 1093 casos, pero solo se realizaron 614 denuncias en estos ocho meses.

Más denuncias
La violencia puede manifestarse de manera física, verbal, económica, ambiental y emocional. La violencia sexual en el ámbito familiar, es el extremo, se trata de violencia en su máximo exponente y el Código Penal contempla una pena de entre 10 y 25 años de prisión para estos casos. Los números indican que a través de los años, las estadísticas crecieron notablemente; de los 720 casos denunciados en 2010, el año pasado la cifra se elevó a 1093 y en lo que va de 2014 ya se han receptado 614 denuncias al respecto.
“A esta altura, puede afirmarse que crecieron los casos, pero que también se da más la denuncia. Paulatinamente se ha ido perdiendo el miedo a denunciar y por eso se conocen más casos de violencia famliar. Hoy hay una conciencia más fuerte, sobre todo en las mujeres que son las principales víctimas de este delito”, indica sin temor a equivocarse el Fiscal Alejandro Peralta Otonello, quien a diario atiende en su despacho este tipo de casos.
Lo cierto es que los números van en continuo ascenso, y más allá de los temores vencidos y el conocimiento sobre los derechos, todo sigue haciendo suponer que la cantidad de hechos denunciados están muy alejados de las cifras reales de casos.

¿Por qué?
La violencia familiar abarca a todas las clases sociales, no discrimina edad, nacionalidad, condición económica, moral ni religiosa. Puede que en algún nivel social exista violencia y la solución se canalice por otra vía y no se denuncie. Según lo manifestado por fuentes judiciales, cuando hay mucho dinero en juego, suele optarse por un divorcio conveniente para las partes. En otros niveles, en cambio, la única herramienta suele ser la denuncia.
En cuanto al abuso, tampoco hay parámetros firmes. Estadísticamente, la única diferencia que puede haber es que la carencia ambiental puede favorecer al abuso en sus distintas manifestaciones, pero la realidad es que se da absolutamente en todos los sectores sociales.

Las reformas al Código favorecieron
Hasta no hace mucho tiempo, muchos de los casos de delitos de violencia familiar, sobre todo aquellos que involcraban la violencia sexual, quedaban en la nada al prescribir el mismo sin haber sido denunciado en su momento. Desde 2011, se introdujeron reformas en el Código Penal que favorecen la denuncia. Son las que tienen que ver con la prescripción de las causas de este tipo.
Actualmente, y partir de las reformas introducidas, el Código indica que la prescripción comienza a correr cuando la menor adquiere la mayoría de edad. Por ejemplo, si el hecho de abuso sexual ocurrió cuando la menor tenía 8 años, la prescripción comenzará a correr recién cuando cumpla 18. Esta reforma apunta a que la persona tenga la posibilidad de realizar la denuncia motu proprio, por sí misma, cuando sea mayor de edad, sin necesidad de que anteriormente lo hayan hecho sus representantes legales.
Esto favoreció a que muchos hechos intrafamiliares que antes quedaban en el silencio se pudieran conocer con la denuncia de la víctima cuando adquirió la mayoría de edad (uno de los últimos casos que se dieron en Alta Gracia está encuadrado en este ejemplo).
Por una cuestión lógica, a la mamá siempre le costará creer que su hija sea abusada por su marido o pareja. Emocionalmente, esa mamá está en un estado que muchas veces la lleva a no realizar la denuncia por el impacto que le provoca. Esta reforma legal favorece la posibilidad de una futura denuncia.

La reincidencia
Los hechos de violencia familiar y particularmente aquellos extremos que llegan al abuso sexual preocupan; sobre todo cuando se conocen casos de reincidencia entre quienes los cometen.
El Fiscal Alejandro Peralta Otonello dice al respecto: “Estadísticamente, hay una patología en los violentos. Una personalidad perversa que lleva a la reincidencia. En muchos casos, no sienten culpa, no sienten dolor, no sienten nada. En los delitos sexuales se da un altísimo índice de reincidencia.”
El Fiscal insiste sobre el tema: “Aquel que abusó de alguien, es muy probable que cuando recupere la libertad, pueda eventualmente volver a cometer otros hechos. Es algo patológico. Por ello, existe una Ley Provincial que exige que cuando una persona recupera la libertad luego de haber cometido hechos de abuso sexual, debe obligatoriamente inscribirse en la Comisaría de la ciudad o pueblo donde decida vivir, y periódicamente comparecer allí con su presencia y su testimonio.

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