De generación en generación: el arte de la peluquería

La familia Reartes contó como llegó cada uno a la profesión. La familia, compuesta por Eduardo, su esposa Olga, sus tres hijos y sus tres nueras, se dedican a la peluquería. Eduardo, Fernando y Rodrigo dialogaron con "Todo Pasa" de FM 88.9 en el Día del Peluquero.

Los tres Reartes se definieron como peluqueros y no como estilistas, definiendo lo segundo como una profesión mucho más amplia. Toda la familia se dedica al rubro: Eduardo y Olga-no ejerció-, sus tres hijos Fernando, Walter y Rodrigo y sus nueras, Carla, Anahí y Magalí respectivamente. La última es masajista, pero trabaja junto a Rodrigo.

Los tres coincidieron en que la profesión ha sido degradada, ya que muchos jóvenes lo ven como una salida laboral rápida, estudian o se preparan pocos meses-y actualmente on-line- y ya obtienen un título, muchas veces sin práctica. «Yo estudié en Córdoba Capital y me perfeccioné en diferentes ateliers en otras provincias y a lo largo del tiempo. Hoy los cursos dejan mucho que desear, ahora con la tecnología, todo es más fácil, ven un video y lo copian, cuando hay que saber muchísimo para dedicarse a ésto» explicó Eduardo.

Con respecto a cómo se encontraron con el oficio, Eduardo, de 73 años y 34 de carrera, contó: «Trabajé en el campo, en la cantera, como mozo en Buenos Aires. Cuando tenía 37, 38 años, en 1987, me echaron de la fábrica. Y allí decidí dedicarme a lo que ya me gustaba de chico, ser peluquero. Vivía en el campo, en Valle Chico y ya me gustaba la peluquería. Cuando me echaron tuve que decidir y por fortuna encontré un salón para alquilar en la Galería Belgrano, entre Belgrano y Mateo Beres, me fue muy bien y me compré el local en calle Urquiza, donde actualmente trabaja uno de mis hijos»

Fernando-el mayor- relató que para él no fue fácil encontrarse con la peluquería, ya que terminó la secundaria, estuvo varios años buscando trabajo y no conseguía, hasta que su papá le dijo que estudiara y trabajara con él: «Y recién cuando empecé a trabajar de ésto, me di cuenta que me gustaba».

Rodrigo-el menor- narró que el comenzó su vida laboral como visitador médico y a diferencia de Fernando, halló el gustito por la peluquería al comenzar a estudiar, antes de trabajar de ello.

Eduardo ya no trabaja más en el centro, sin embargo sigue con una cartera de 200 clientes que van a su domicilio: «Le corto al Ministro de Gobierno (Facundo Torres), le he cortado a Berta, a gente de Potrerillo de Larreta, a Walter Saieg…». Y Rodrigo le corta el cabello al intendente Marcos Torres.

«La profesión es hermosa, pero hay que capacitarse mucho» concluyeron los tres.

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