En la emisión del pasado jueves en LAM, Ángel de Brito contó que Calu Rivero está embarazada y espera por un nuevo bebé, nuevamente fruto de su vínculo con Fernando Aíto de la Rúa, hijo del expresidente argentino Fernando de la Rúa e Inés Pertiné.
“Está embarazada de su segundo hijo, hija, hije o lo que sea. Fue mamá hace muy poco, por eso es sorpresivo. Cumplió un año hace muy poquito”, preludió el conductor antes de dar el nombre de la pareja. “Es Calu Rivero. Calu Rivero y Aíto de la Rúa nuevamente esperando un baby. No sabemos el sexo, no sabemos muchos detalles”, dijo.
Luego, contó que tanto la salud del bebé como la de la mamá están en buenas condiciones. “Ya se lo comunicaron a gente de su entorno, y ya está todo bien, así que podemos confirmarlo”, contó. “Segundo embarazo… Lindo que sean pegaditos los hermanos”, cerró de Brito.
Por su parte, cabe recordar que en el mes de febrero, la pareja había celebrado el primer año de vida de Tao, su primogénito. Calu compartió a través de sus redes sociales detalles de la celebración íntima llevada a cabo en las playas de Punta del Este. El evento contó con la presencia de los padres del festejado, quienes organizaron un encuentro al aire libre para marcar este hito especial. Según se desprende de las imágenes, optaron por una celebración que resalta la importancia de la intimidad y la conexión con la naturaleza.
Así, mantas y alfombras adornaron la arena, lo que creó un espacio acogedor donde los invitados se sentaron en círculo, simbolizando unidad y comunidad. Una carpa de estilo indio fue el centro de atención para los más pequeños, quienes disfrutaron de juegos y actividades diseñadas especialmente para ellos. Al caer la tarde, la celebración se trasladó a la residencia de Rivero y De la Rúa.
En cuanto a la temática elegida para conmemorar este primer año, se destacó una torta arcoíris en cuya superficie se encontraba decorada con el símbolo del yin y el yang, preparada específicamente para la ocasión por la madre.
Tao, por su parte, lució un atuendo que reflejaba el cariño y la atención al detalle de sus padres, vistiendo babuchas blancas con corazones rojos y un chaleco rústico, complementado con un collarcito de ámbar, que simbolizó protección y bienestar. Este conjunto no solo resaltó la ternura del pequeño sino también las creencias y valores de su familia.