De las 50 cabañas que tiene el lugar, 48 quedaron consumidas bajo las llamas. En realidad, de manera total fueron ya que hubo dos que al tener estructura de piedra tuvieron daños parciales aunque aun hay peligro de derrumbe.
Esas fueron las graves consecuencias que el incendio causó en Potrerillo, un barrio cerrado de Potrero de Garay. El cual a pocas horas de que se contuviera el foco, «es un cenicero».
Así lo describió Efrain Agustinoy en diálogo con RESUMEN, quien no solo es vecino del lugar sino que además es quien desarrolló ese complejo cabañistico.
«Fue devastador. Con un viento de 180 kilómetros por hora fue imposible pararlo aunque el trabajo de los Bomberos fue mucho. Por suerte no hubo que lamentar personas heridas porque el Intendente decidió evacuar cuando la cosa se estaba complicando. La verdad es que la han peleado mucho», explicó Agustinoy y agregó: «esto nunca pasó. Hace unos años hubo un siniestro pero no de esta magnitud. Este es un Barrio distinguido en paisaje, un paraíso que hoy es un cenicero».
Respecto a las responsabilidades, Efrain fue claro y se refirió a la caída del cable de alta tensión que habría ocasionado el feroz incendio. «Esta certificado que eso fue lo que pasó y el responsable es EPEC. Hablando con los vecinos decidimos que vamos a pedir una resarcion económica por los daños, ya veremos si general o particular pero hay que responder por esto y los vecinos defender lo suyo», dijo.
Por último, Agustinoy destacó el espíritu positivo de la gente del lugar quienes a pesar de haber perdido mucho y a solo un día de esto, se muestran positivos. «Yo perdí una guitarra, unas botas y unos 500 CD pero hay gente que perdió su casa. Yo valoro que a pesar de lo que les pasó, algunos me llamaron para decirme que vamos a reiniciarnos y salir adelante. Hay ganas», culminó.
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