Hace un año, Gabriel perdía su vida repentinamente. Todo comenzó con un fuerte dolor de cabeza y en cuestión de minutos ya estaba internado en Terapia. Transcurrieron diez días, hasta que dejó de existir, provocando muchísimo dolor y conmoción en todos sus seres queridos.
El adolescente donó sus órganos a varios receptores entre los que se encontraba un niño, una adolescente, un hombre, una mujer y una señora mayor.
Su mamá, Lucrecia, en comunicación telefónica con Todo Pasa – advirtiendo la posibilidad de quebrarse al aire– recordó:
“Estos no son días fáciles. Lo que ocurrió con Gaby fue un derrame cerebral que le agarró de repente, no sabíamos por qué le dolía tanto la cabeza. Finalmente supimos que era porque este se produjo el día 22 de julio, a causa de una malformación congénita, eso ocasionó una hipertensión intra-craneal. No obstante, lo intervinieron quirúrgicamente pero luego de nueve días en coma, se le produjo una muerte cerebral”
Después de esto, se acercaron los representantes de INCUCAI (del Ecodaic):
“No había vuelta atrás, entonces solo quedaba decidir si donábamos o no los órganos. Mi hijo fue un donante por voluntad propia, siempre habíamos hablábamos de eso con Gabriel. Con su donación pudimos salvar a cinco personas, pero no los conozco hasta ahora. Si alguien quisiera ponerse en contacto con nosotros, lo vamos a recibir con gusto”.
La mamá manifestó que “es hermoso saber que su amor se prolonga a esas cinco personas”.
Y luego prosiguió: “una situación así es inesperada para cualquiera, no estamos listos para la muerte de un hijo pero por suerte, hay cinco familias que celebran la vida gracias a la decisión de Gaby”
De esta manera, su mamá dejó un fuerte mensaje de amor, solidaridad y valentía: la importancia de donar órganos a quienes sufren la espera de un trasplante.
“A mí parecer el cuerpo es solamente el envase, entonces por qué dejar que se pierda, si puede ser útil para otras personas”, concluyó, muy emocionada, la mamá.
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