«Algunos los tildan de discapacitados o personas con discapacidad física y son chicos maravillosos que se obsesionan y apasionan por un tema, como la lengua, la música o el software». La fundación intenta ayudar a los padres con hijos que tienen estas características para que no se asusten ni caigan en errores comúnes: «Hoy están ingresando a la Facultad, hay genios de computadoras que trabajan para Google. Que no puedan aprender historia o alguna otra materia no les impide ser personas que puedan valerse por si mismas».
Sobre los malos diagnósticos que incluyen a muchos niños en Asperger o Autismo, Flamand recomendó: «Si los padres tienen obra social, vayan a un Hospital Público, ahí no hay finalidad de lucro y les van a dar un diagnóstico certero».