Intiman a Municipalidad de Alta Gracia por viejo molino

Un vecino de la ciudad ha dirigido una Carta Documento a la Municipalidad de Alta Gracia en la que intima a hacer uso de un terreno donado a la misma con el fin de formar parte del patrimonio de la ciudad.

Hace once años hasta la fecha que el terreno, que contiene restos de un molino harinero colonial, fuera donado y sigue sin utilizarse, está cercado y tiene aguas residuales. Miguel Redondo, su antiguo propietario, exige que se utilice  o que se anule su donación.

Tras ser consultado por RESUMEN, Redondo dijo que «no han hecho nunca la subdivisión. Es una negligencia, me da verguenza ajena», manifestó, y agregó: «viví 30 años fuera del país, vuelvo y está en este estado. Los amigos del museo algo hicieron pero cuando era mío al menos se podía ingresar, hoy esta con un candado. Yo pago los impuestos por las dos fracciones de terreno y el impuesto patrimonial también me llega a mi», sentenció.

Redondo realizó la donación en 2004 a la Municipalidad y fue recibida mediante la  ordenanza 7067 del 30/9/2004. Posteriormente en 2007 la ciudad suscribió un contrato de comodato con la Asociación de amigos del Museo Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers. Conforme a esto la Municipalidad se hacía cargo de la trámitación de las escrituras y la subdivisión de la porción del inmueble propiedad de Miguel Redondo.

Al no haber realizado en más de una década la puesta en valor y uso colectivo de dicho espacio y alegar el demandante que ha abonado desde 2004 la tasa por servicio a la propiedad y el servicio de agua por la totalidad de dicho  espacio incluyendo la parte donada a la Ciudad, que debía encargarse de las escrituras;  Miguel ha establecido un recurso legal en la que intima a: en un plazo de treinta días hábiles a entregarle la escritura de su parte del terreno y  comenzar las obras o anular la donación y que la propiedad le sea devuelta.

Una historia que comenzó con el gesto noble de aportar al patrimonio local ha tomado un matiz legal debido al  desinterés o la desidia en casi doce años de un municipio que , mediante dos gestiones de gobierno diferentes, no ha realizado uso de la donación en beneficio de los ciudadanos de Alta Gracia. 

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