El próximo 24 de enero, Julieta Torillo, la protagonista de una historia que conmocionó a la ciudad, festejará sus 22 años. A casi 2 del terrible accidente que la dejó al borde de la muerte y sin una pierna, la joven sostiene que el rencor es un sentimiento que solo por momentos entra en su corazón.
El accidente
El siniestro vial sucedió alrededor de las 6:30 hs del 29 de junio de 2013. La moto conducida por Julieta colisionó con un Fiat Uno en la Ruta C-45, a la altura de Falda del Carmen. Debido al impacto, la joven perdió una de sus extremidades. A pocas horas de lo sucedido, Julieta ya demostraba una entereza digna de destacar. Si bien familiares y amigos temían por una recaída; la joven continuaba llevando una vida social activa, tal cual lo hacía antes del accidente. Con la ayuda de sus seres queridos, se organizaron fiestas, encuentros y demás eventos para palear los gastos económicos que emergían de la situación.
El presente
Si bien el primer cumpleaños luego del accidente no ameritaba ningún festejo, hoy dice que es necesario realizarlo. “Mi vida no es la misma que antes. Convivo con dolores tan fuertes que hasta me hacen llorar, pero hago fuerza y aguanto. Me esfuerzo para hacer todo lo que me gusta, como andar a caballo. Soy consciente de que puedo golpearme, pero no quiero quedarme con las ganas de hacer nada”, sostiene con vehemencia la joven que volvió a nacer en 2013.
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