En el sector privado que brinda servicios de salud en la Provincia de Córdoba, la situación podría volverse crítica: Económicamente el estado de las mismas podría afectar de forma severa a los pacientes durante la Segunda Ola de COVID-19.
Si hablamos de la relación que existe con PAMI, la Nación le dio aumento cero durante 2020 y para este año les prometieron un 15% que aún no cumplieron. Los costos de internación y de los insumos asociados al Covid se triplicaron y ningún financiador –obras sociales sindicales, estatales y prepagas- reconocen ni por cerca esas subas. “Pami, que siempre paga el 18, todavía no pagó, con lo cual se hace difícil pagar los sueldos”, dice Juan Gras, titular de Aclisa, una de las dos entidades que agrupan a las clínicas en Córdoba, a La Voz del Interior. Son cerca de 500 millones de pesos que, todos los meses, el Pami gira a los prestadores, sean clínicas o profesionales particulares. Los bioquímicos son uno de los sectores en alerta.
En el Ministerio de Salud de la Provincia sostienen que “A los prestadores privados los tenemos que tener vivos y bien” y es por ello que el APROSS salió al auxilio de estos durante el primer trimestre de este año, enviando fondos por adelantado para cubrir los sueldos de enero, febrero y marzo. Obviamente que a estos fondos los tendrán que devolver.
En Nuestra Provincia, el sector privado atiende al %60 de los pacientes, lo cual establece aún con más certeza la crítica situación que se está atravesando.