El pasado sábado dos mujeres llamaron a la Policía alertando sobre la presencia de un joven tirado inconsciente en la vereda y, de un segundo alcoholizado. Fue en Gral Paz y La Tablada, en Córdoba capital.
En una primera instancia, su amigo, de 41 años, que estaba bajo los efectos del alcohol, denunció que otras personas los agredieron. Sin embargo, al chequear las cámaras de seguridad, confirmaron que el hombre había mentido, lo que derivó en la inminente confesión: «Yo le pegué una trompada y cayó, intenté reanimarlo pero no pude», dijo. Tras esto, el agresor quedó detenido.
Un caso similar en Santa María
El hecho no hace mas que retrotraer a lo ocurrido en 2018 en la Comuna de Los Cedros. En este caso Mario Silva- el autor- había arribado a la casa de su vecino (ambos vivían en calle Julio Antún de Los Cedros) y, en tono desafiante, comenzó a insultarlo a causa de lo que supuestamente éste “le había dicho al vecino de enfrente”, un tercero que no participó de esa discusión. Al oír los gritos, Lencina- la víctima- salió del interior de su vivienda y ambos se trabaron en lucha. Fue cuando el imputado le propinó un fuerte golpe de puño que impactó de lleno en su rostro, provocando que Lencina cayera al suelo.
Ya en el piso, Silva continuó con su accionar violento, asestándole patadas a su víctima. Instantes después, intervino Olga, otra vecina que al presenciar la situación quiso ayudar al damnificado. Momento en que fue interceptada por el agresor quien portando un hacha de mano o machete, amenazó a la mujer. Luego, Lencina logró levantarse e ingresó a su vivienda para guarecerse del atacante.
Murió dos días después
A causa de los fuertes golpes, la víctima sufrió un eritema en mejilla izquierda, hematomas en distintas partes del cuerpo y un traumatismo de cráneo que le terminó costando la vida dos días después en el Hospital Córdoba.
A pesar de esto, Silva no fue detenido en esa oportunidad sino una semana después cuando totalmente fuera de sí le arrojó con un machete de unos 40 cm a una oficial policial, cuando ésta quiso detener su actitud violenta para con un grupo de personas. El arma blanca, quedó incrustada en una madera y Silva se dio a la fuga pero luego fue apresado en su mismo domicilio.
No obstante, en el medio hubo otros dos casos, el de Gastón Carreras a quien Silva tiró de una motocicleta en marcha, ocasionándole distintas contusiones y, el de los hermanos Calfiore (todos de Los Cedros) a quienes el condenado también atacó.
Sufre de adicciones pero “no quiso matar”
Mario Silva fue imputado por “Amenazas, Resistencia a la autoridad, Agresión con armas, Amenazas reiteradas, Lesiones leves, Daño y Homicidio Preterintencional”. Así mismo, la Justicia entendió que el deceso de la víctima fue una consecuencia no deseada ni prevista por el atacante y lo enmarcó en el artículo 81 inciso B del Código Penal.
Sin condenas anteriores y con algunas sanciones en prisión, Silva reconoció sufrir de adiciones y dijo estar arrepentido.
En 2019, Silva fue condenado a tres años de prisión y, con el beneficio de la libertad condicional, el condenado recuperó su libertad a mediados del 2020.