Según relató la madre, el día martes los dos jóvenes cruzaron con su vehículo la esquina de Esmeralda y Avenida de Mayo y un remisero que se encontró con ellos en la intersección, realizó una maniobra evasiva para no colisionarlos, ya que, según manifestó la mujer, el trabajador del volante, «no habría disminuído la velocidad». Por este motivo el remisero los habría perseguido durante largas cuadras y habría intentado cruzarles el coche, sin lograrlo, hasta que la rotura de una llanta en la calle 24 de setiembre obligo a los dos jóvenes a detener la marcha y ser alcanzados por este remisero que, según el relato de la señora López, habría increpado a los dos muchachos con una llave en la mano y habría llamado a la central de remis, desde donde habrían llegado otros 8 móviles al lugar. Luego de una serie de discusiones y amenazas, ante la mirada de los vecinos que salieron de sus casas, un chofer habría golpeado con un cabezaso al menor de los hijos de López, dejándole un moretón en la cabeza.
La mujer realizó la denuncia en la Policía y presentará una nota ante la dueña de la empresa de remises con el fin de pedir explicaciones del caso. Según López, la versión de los hechos contada por los remiseros sería totalmente inversa, y según ella «tergiversada».
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