Con la llegada del verano y las vacaciones, las caminatas por los senderos se vuelven una actividad atractiva, pero también riesgosa. Entre los principales cuidados a tener en cuenta, el guía remarcó que el primer paso es programar bien el horario de salida. Señaló que, durante esta época del año, es fundamental comenzar temprano y evitar caminar entre las 11 y las 17, cuando la radiación solar es más intensa. También insistió en la importancia de revisar siempre el clima antes de iniciar cualquier recorrido.
Los golpes de calor son el enemigo principal y el riesgo más severo del verano. Para prevenirlos, recomendó llevar al menos dos litros de agua por persona para caminatas de dos a tres horas y beber cada 15 o 20 minutos, incluso sin tener sed. Además, indicó que el equipo básico debe incluir sombrero, lentes de sol, protector solar, ropa clara y de secado rápido, prendas que ayudan al cuerpo a regular mejor la temperatura.
Si bien el trekking parece una actividad para todo público, Marcos advirtió que existe un grupo especialmente vulnerable: niños, adultos mayores y personas con problemas cardíacos. “El cuerpo se exige demasiado en esas condiciones”, explicó, por lo que recomendó evitar completamente las salidas en jornadas de temperaturas muy elevadas.
Aunque parezca sencillo salir a caminar por la montaña, lo ideal para quienes no tienen experiencia es optar por recorridos simples y cortos, siempre acompañados por un guía habilitado. Enfatizó que el exceso de confianza puede jugar en contra y que no es recomendable unirse a grupos autoconvocados sin personal capacitado, ya que ante un accidente “nadie va a hacerse responsable”.
Entre los descuidos más comunes, el profesor mencionó:
- No conocer el sendero ni su nivel de dificultad.
- No revisar el pronóstico.
- Llevar poca agua o equipo inadecuado.
- Desconocer la fauna del lugar.
- Salir sin tener claro si habrá señal de celular o sin llevar un medio alternativo de comunicación.
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