Por conocer a un chico, Rocío vivió una pesadilla

Durante 5 días la familia se puso al frente de la búsqueda y no descansó hasta que finalmente apareció. Entre tanto, se llevaron adelante dos movilizaciones con la intención de que tanto la Justicia como la Policía agilizaran los mecanismos para encontrarla; hubo manifestaciones públicas y pedidos al propio ministro de Seguridad Walter Saieg. Hoy por hoy, la muchacha intenta restablecer su vida normal, luego de la pesadilla. En tanto, el hombre de 27 años que se encontraba con ella y que la habría retenido durante ese tiempo, se encuentra apresado en Bouwer e imputado de “Retención y ocultamiento de persona para coaccionar agravado por la edad de la víctima”. Además, fue allanado su domicilio y secuestrada una camioneta y los teléfonos celulares que utilizó mientras estuvo con Rocío.
Según dichos de los propios familiares, la joven se fue al colegio esa mañana y al mediodía se iba a juntar a almorzar con las compañeras, para regresar a la tarde a la escuela. Sin embargo, decidió no ir con ellas y en cambio encontrarse con una persona con la que mantenía asiduos diálogos via facebook y wasap. A partir de ese momento nada más se supo de ella, solo mantuvo escueta comunicación hasta el jueves, oportunidad en que el hombre que estaba junto a ella había prometido regresarla a su hogar. Ante el silencio posterior, la familia decidió viralizar su fotografía y datos con la intención de dar con su paradero. Desde la Justicia llevaron adelante la búsqueda, con las dificultades que acarrea depender de un informe telefónico. “Estábamos con las manos atadas. Sabíamos que estaba con un hombre pero no sabíamos quién era, ni dónde estaba. Debíamos esperar los informes de los teléfonos utilizados para ubicarlos, sin embargo, nos encontramos con la traba de que no se dan los fines de semana ni feriados”, señaló el fiscal a cargo Alejandro Peralta Otonello. Por otra parte, resaltó el uso de las redes sociales en los jóvenes, un tema que debería instalarse en el debate.

Lizzie Cipoletta
Lic. en Psicología M.P. 8856

“El uso de las redes sociales tiene un impacto incuestionable, con un alcance de gran magnitud que hace difusa la línea que divide lo privado y lo público. Hoy predomina el lazo virtual, estamos constantemente “conectados”; en esta virtualidad, los chats, wasap, selfies, son un referente de comunicación y socialización, especialmente entre los adolescentes. Este alcance, que implica el intercambio social con conocidos y también con desconocidos, es vertiginoso. Lejos de asumir una posición de alarma, hay que estar y contener. Es importante informarse respecto a las redes y aplicaciones que cada uno tiene a su alcance e inculcar a los adolescentes para que se informen, para que cuiden el uso de sus datos personales, concientizarlos sobre la protección de su intimidad y privacidad para darle un manejo adecuado y funcional”.

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