A partir de las quejas de vecinos con respecto a los restos de basura y su dispersión provocados por animales domésticos, el Concejal Roberto Urreta preparó un Proyecto en el cual se busca multiplicar los cestos domiciliario para mantener las bolsas de basura en resguardo y en forma ordenada.
Con respecto a esto, la iniciativa explica que “esta situación tiene como consecuencia directa un deterioro de la calidad de vida de los habitantes, amén de la cuestión estrictamente atinente a la estética de la ciudad”.
El Proyecto busca crear la obligatoriedad de que cada domicilio cuente con un cesto en la vereda para que el camión Recolector de Residuos pueda llevarse las bolsas depositadas en él. Más allá de ciertas especificaciones básicas de tamaño, hay dos tipos de cestos: en el suelo o con altura. El primero debe tener una tapa mientras que el segundo debe estar a una altura mínima de 1.40 mts.
Por último, de no cumplirse con esta normativa, la Municipalidad podría proceder haciendo un apercibimiento y, en caso de reincidencia en la infracción, podría proceder a la instalación de los cestos o contenedores que correspondieren “a cargo de los vecinos infractores”.