Recientemente, el gobierno nacional impulsó una profunda reforma laboral —y prepara también una reforma tributaria vinculada— que puede modificar de raíz las reglas del trabajo en Argentina.
Entre los cambios en discusión se destaca la posibilidad de un “banco de horas”, jornadas reducidas con acumulación de horas extras, flexibilización de convenios y otras modificaciones en derechos laborales.
- Banco de horas y flexibilidad de jornada: el proyecto permite que, mediante acuerdos colectivos o individuales, la jornada diaria pueda superar las 8 horas tradicionales hasta un máximo de 12 por día, compensando con descansos en otros momentos.
- Convenios colectivos más flexibles: los convenios sectoriales podrían adaptarse a realidades específicas de cada rubro, modificando nociones tradicionales de estabilidad laboral, horas extra, recargos y beneficios.
- Cambios en indemnizaciones y registros laborales: para las PyMEs y microempresas, se prevé la posibilidad de pagar indemnizaciones en cuotas, y cambios en los requisitos de registro laboral para simplificar la formalización del empleo.
- Búsqueda de dinamismo económico: desde el gobierno se sostiene que la reforma apunta a “modernizar” la legislación laboral —y tributaria— para favorecer inversiones, generar empleo formal y reducir la informalidad.
El especialista, Ricardo Solís, mencionó que entorno al banco de horas, actualmente, la jornada laboral se organiza en ocho horas diarias según los convenios colectivos. Sin embargo, parte de la oposición había advertido que esto podría derivar en jornadas de hasta doce horas sin una compensación económica equivalente, una medida que claramente desfavorece a todos los trabajadores del país.
El contador aclaró que el sistema de banco de horas busca reorganizar el tiempo de trabajo, aunque todavía restan definiciones oficiales sobre su implementación concreta.
Según explicó, será el ministro de Modernización, Federico Sturzenegger, quien presentará el resumen oficial de los puntos a tratar. Luego, el presidente convocará a sesiones extraordinarias para que el Congreso aborde tanto la reforma laboral como la tributaria, pese a que la actividad legislativa formal está prevista para retomarse recién el 1 de marzo.
“En los próximos días ya se empezaría a tratar”, señaló, confirmando que esta semana será clave para conocer la letra fina y el alcance de las modificaciones.
Aunque la reforma se presenta como una actualización necesaria, especialistas, sindicatos y sectores críticos advierten riesgos serios.
