Ayer este medio hacia publica la situación desesperante de Gustavo Garza y su familia, quienes en los últimos días y por temor a perder lo único que tienen, tomaron la decisión de mudarse al lote que con tanto sacrificio compraron y montar una carpa en el lugar. ¿Por qué?, precisamente por miedo a que quien ya lo amenazó y hasta levantó una construcción con sus materiales, cierre definitivamente el lugar y les prohiba la entrada.
Lo más grave de la cuestión es que en esas condiciones vive una niña de 11 años, la hija de Gustavo. Quien a consecuencia de estos cambios había dejado de ir a la escuela y fue eso lo que alertó al Municipio. Esto, fue lo que confirmó Daniel Villar asesor letrado a RESUMEN.
«El caso nos llega por el lado de la niña. El Secretario de Salud toma conocimiento por el preceptor de una escuela que había una pequeña que no estaba yendo a clases. Haciendo las averiguaciones se dan con esta situación e intervenimos. Pero fue por las condiciones en las que está la familia. Hasta el momento no sabíamos del problema del lote», aseguró el letrado.
Pero, al parecer, la situación no tiene que ver con un litigio de propiedad. Tal y como se estimaba luego del testimonio de Gustavo. En realidad, quien dijo ser el dueño del lote (un veterano de guerra a quien en la zona tildaron de peligroso), no tendría ninguna documentación al respecto por lo que su intención es instalar «la ley del más guapo», por decirlo de un modo mas coloquial, y sacar a esta familia por la fuerza sin respaldo legal alguno.
«Hay que dejar claro que acá no hay un litigio de propiedad porque la única denuncia que hay al momento es por amenazas. Pero nosotros estuvimos viendo la documentación de Gustavo y ellos tienen derechos posesorios reales del 2014 y no los pueden sacar así como así. No hay algo que esté por encima de eso más allá de una escritura, pero eso también tendría otra cuestión judicial», aclaró Villar.
A la vez que dejó claro que si esta persona regresa al lote, pedirán la intervención de la Justicia. «Por lo pronto lo único que podemos hacer es asistir a la familia. Ya estuvo Desarrollo Social con ellos y le explicamos a la señora que no entrará nadie en el lugar pero ellos no se quieren ir y es entendible. De todos modos vamos a esperar a ver si este hombre regresa y en ese caso actuaremos y le pediremos a la fiscalia que intervenga. Estas cosas no pueden pasar en Alta Gracia. Son viejas prácticas que no se puede permitir», dijo.