Este miércoles se terminó de concretar el aporte municipal a la Biblioteca Sarmiento, que asciende a la suma de 220.864, 41 pesos, mediante un decreto firmado por el intendente Facundo Torres.
La resolución tiene por finalidad «otorgar una ayuda económica para la biblioteca, para que pueda afrontar el juicio laboral que tiene la entidad con una ex empleada y que esta situación no lleve a la disolución de la sociedad que conforman la Biblioteca Sarmiento y a la subasta pública del inmueble destinado a la construcción de la sede», manifiesta parte del escrito.
Mediante el artículo 2, en tanto, se imputa esta erogación a la partida presupuestaria correspondiente.
«El Estado municipal no puede subrogar (sustituir en una obligación o derecho a la persona que los poseía) en la deuda de otro, tal cual solicitaba el abogado de la institución. Eso sería desatinado y desprolijo, por eso acordamos esta ayuda que será de mucha importancia para la biblioteca», subrayó el asesor letrado del municipio, Daniel Villar al respecto.
El juicio
En marzo de este año, la Dra. Nancy El Hay de Sala Sexta de la Cámara del Trabajo de la ciudad de Córdoba sancionó acoger la demanda instaurada por Ana Desirée Maldonado en contra de la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento, aunque rechazó varios puntos. Maldonado había demandado, entre capital y costas, una cifra que rondaba los $700 mil, que se lograron confirmar parcialmente en la sentencia; aún así, los 220 mil eran un monto inalcanzable para que la institución pueda llegar a ningún arreglo. La mujer reclamaba diez años de antigüedad por haber estado empleada “en negro” como bibliotecaria. Cabe recordar que, durante ese período, su madre, Olga Caballero fue la Presidenta y Directora de la Biblioteca que contrató sus servicios. Si a ello le sumamos que la demandada es una institución de bien público y declarada de Interés Municipal, el tema se profundiza aún más.
La deuda
La Comisión Administrativa había decidido vender el lote que les pertenece desde hace treinta años. La “biblio” cuenta con un subsidio de la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares), un aporte municipal y las cuotas societarias que alcanzan para cubrir los gastos corrientes. Para realizar la venta, la comisión empezó un diálogo con el intendente Facundo Torres y con el viceintendente Juan Saieg, en cuanto la ordenanza donde se legisla sobre la donación fue llevada a cabo durante el gobierno de Audino Vagni y vinculaba la construcción de una biblioteca en esos terrenos y, por lo tanto, la venta del terreno no obtuvo la aprobación del Concejo Deliberante. El último recurso fue recurrir nuevamente al Ejecutivo Municipal con la propuesta de que la Municipalidad subrogara los derechos y pague el juicio, quedando así como acreedora. La propuesta fue rechazada y las tratativas siguieron hasta el Decreto que se firmó ayer. Hace un año, la biblioteca, tuvo que dejar su sede de la calle Nieto, para trasladarse en forma provisoria a un inmueble prestado en la calle Prudencio Bustos 345.
-
-
-
-
-
-
