Ninguna de sus condenas anteriores como así tampoco los supuestos tratamientos por adicción y violencia de género que el hombre recibió mientras estuvo detenido en la cárcel, sirvieron para que este vecino de Bº La Perla cambiara su conducta violenta. Esto quedó más que evidenciado con esta tercer denuncia que enfrenta por parte de su misma víctima, su ex mujer.
Lamentablemente los indices de reincidencia en lo que a “Violencia de Género” respecta son altos, por lo que no es peculiar hablar de un agresor sobre el que puedan recaen dos o mas denuncias de esta índole. Sin embargo, lo que más preocupa, es esa “autosumisión” (podría describirse de esa manera) de las víctimas, quienes a pesar de denunciar en más de una oportunidad a su verdugo, deciden volver a mantener una relación y hasta convivir con él.
Es el caso de un hecho que si bien es nuevo y llega a juicio por primera vez, sus involucrados lo hacen por tercera ocasión y la causa es la misma: la violencia.
El hombre de 38 años había sido condenado en dos oportunidades por agredir y amenazar a su ex conviviente. Recibiendo penas de no más de cuatro años de prisión. Así mismo, tras purgar las condenas y por segunda vez, la pareja se reconcilió y hasta volvieron a convivir.
Denunciado por su padre
La última detención fue el pasado 6 de junio en la casa donde el sujeto convivía con la mujer, los dos hijos que tienen en común y su padre. Fue éste ultimo quien decidió llamar a la policía luego de que presenciara una fuerte discusión entre el hombre y su nuera, en la cual según dijo, éste la había tomado del cuello y amenazado con matarla.
El padre del agresor no dudó en intervenir y éste también arremetió contra el sexagenario provocándole lesiones en su cuello. Luego, cuando pudo salir de la casa se dirigió hacia la comisaria a radicar la denuncia. Minutos mas tarde los uniformados ya se encontraban en la vivienda de La Perla y apresaron al violento.
Cabe destacar que ante las autoridades judiciales, el denunciado negó los hechos contando una versión totalmente diferente, en la cual aludía a que el agredido había sido él y que su padre tiene demencia senil. Versión que no tuvo credibilidad para la Justicia.
Los antecedentes estaban aunque a decir verdad, el hombre ya había “pagado” sus delitos. La diferencia es que ahora la Justicia ordenó que la mujer inicie tratamiento psicológico.
Hoy el agresor enfrentaría su tercer condena. ¿Será la vencida?
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