Sociedad

¿Está preparada la ciudad para una inundación?

Mientras la idea de modificar el POUT (Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial) está más presente que nunca y pretende determinar hacia dónde crecerá la ciudad; desde Defensa Civil aseveran que la corriente de “El Niño” podría hasta triplicar el caudal de agua para este verano y aseguran estar preparados para hacerle frente a una situación de ese tipo. Pero, ¿tiene la ciudad un mapa de riesgo ante casos extremos?

En Alta Gracia la geología determina que el arroyo Chicamtoltina tiene una cuenca estructural (rocas que al crecer lo elevan y contienen en una “estructura”) hasta el puente “El Cañito”, y luego surge la meseta donde podría desbordarse el agua en una eventual creciente hacia el sur de la ciudad.

Otro punto importante son los puentes, que según el secretario de Obras Públicas, Héctor Bupo, son demasiado bajos y hacen de dique a las crecientes, desbordando hacia las viviendas: “También está el puente de calle Catamarca, donde el agua desborda por el ángulo del lugar”, asegura.

Desde Defensa Civil, en tanto, manifiestan tener un plan detallado de contingencia listo para ser aplicado.

El geólogo Osvaldo Barbeito diseñó un Mapa de Riesgo en el Río Anisacate donde muestra las áreas que se inundarían con 20 milímetros (área amarilla), 40 milímetros (área naranja) y 80 milímetros (área roja). Barbeito también buscaba realizar un mapa similar en la ciudad de Alta Gracia, pero no pudo completarlo.

Bupo también señaló que las exigencias para los nuevos loteos en zonas donde pasan huellas de ríos son innegociables (zona del camino de Los Lecheros, por ejemplo): “En Villa Juana están construyendo un canal de 20 metros por un metro para cuando suba de manera episódica el arroyo Falda del Carmen. Perdieron 100 lotes pero lo tuvieron que realizar o no se los habilitaba”.

Sin dudas, los proyectos ponen de manifiesto que la zona de mayor crecimiento demográfico es la del empalme entre la ruta C-45 y la ruta 5 (zona del camino a Los Lecheros). La mayor cantidad de emprendimientos inmobiliarios se ubican en ese lugar y ponen de manifiesto una realidad que ha ido mucho más rápido que lo que se presuponía años atrás.

En la actualidad hay al menos cuatro barrios en etapa de venta, de los cuales, dos se ubican en el brazo de un río y deberán modificar su estructura para evitar las consecuencias de una posible inundación. Las otras zonas de la ciudad que podrían verse afectadas por un desborde del arroyo, en tanto, serán materia de un profundo estudio por parte de las autoridades, a fin de evitar futuras situaciones de emergencia.

La pelea por las aguas subterráneas

Bupo también se refirió a la posibilidad de tomar aguas subterráneas a futuro si el crecimiento de la ciudad lo requiere: “Las muestras que tenemos son de excelente calidad. En Río Tercero toda la ciudad toma agua del subsuelo”, afirma y dice tener estudios que lo sustentan. El geólogo Fabio Iznardo, por su parte, se contrapone a las afirmaciones del Secretario de Obras Públicas municipal: “considero que el agua subterránea puede ser un complemento del río Anisacate para proveer el servicio a la ciudad pero no un sustituto. El caudal y las características químicas de algunos de los acuíferos que contienen altos contenidos de sulfatos.  En otros aparece flúor o son bicarbonatadas Todos estos son condicionantes a tener en cuenta”.

La palabra de los especialistas

Fabio Iznardo (Geólogo)

“Lo principal es cuidar la zona de recarga (Área de Reserva Natural), porque allí se alimentan el río Anisacate y las corrientes subterráneas. Hay decisiones que tienen que ver con la política, lo social y económico. Debemos decidir si vamos a privilegiar a los nuevos loteos e inversores inmobiliarios o a cuidar los recursos para una cantidad determinada de gente. Si yo decido construir en el valle de inundación de un arroyo tendré que afrontar las consecuencias. Debemos preservar la zona alta, la montaña, como zona de recarga”.

Marcelo Colombati (Titular Defensa Civil)

“Tenemos infraestructura para soportar 107 milímetros de agua en una hora. Hemos desarrollado un plan donde la ciudad está dividida en zonas y a cada zona corresponde un grupo de funcionarios. Desde el intendente hasta el último empleado municipal tiene una tarea asignada en el Plan de Contingencia, con zonas de evacuación en cada sector. También diseñamos mediciones para que aún sin pluviómetro se pueda saber que si llueven 20, 40 u 80 milímetros vendrá una cantidad de agua de tal o cual magnitud. Si se llega a realizar la modificación en el POUT, seguramente seremos consultados. No podemos decirle a la gente hasta dónde crecemos y que de ahí en más no hay más loteos».

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