Para recordar a los maestros mañana en su día, el equipo de Todo Pasa habló con Susana Negro, docente de educación física de la ciudad. Susana, más conocida por mucho como la “seño Susi”, comenzó a trabajar como maestra en el año 1991, hace exactamente 30 años. A lo largo de su carrera ha pasado por varias escuelas y también fue recolectando historias de sus alumnos y de las vivencias en cada institución. “Podrán imaginar que historias tengo un montón, lindas, y no tan lindas. Trabajar con chicos significa que todos los días hay una anécdota”, relató la maestra.
Sobre el descubrimiento de su profesión y cómo llegó a tomar la decisión de estudiar para ser educadora, la docente contó que la vocación le nació desde muy pequeña. “Cuando iba a la escuela primaria decía que iba a ser seño o peluquera. La vida me llevó a estudiar para ser señorita de educación física, pero también soy seño de grado y estudié peluquería. Creo que cumplí con todas mis metas de chica. La verdad es que no me imagino de otra forma que no sea ser maestra. Me gusta mucho estar con los chicos. No pude haber elegido una mejor carrera que la que elegí”, relató entusiasmada Susana.
Actualmente, se desempeña en el nivel inicial y primario de cinco escuelas en la ciudad, pero afirma que lo que más le gusta es el jardín de infantes. “Tengo entre 500 y 600 chicos en total. Ellos son parte de mi vida cotidiana».
Luego de un año de no estar en la escuela, de no jugar con los niños y escuchar cada una de sus historias, Susana contó que volver este año fue toda una nueva sensación. “Nunca pensé que los iba a extrañar tanto. Cuando llegó febrero, como que una se vuelve a emocionar como el primer día que arrancó. Ver a los chicos luego de la pandemia más dura fue espectacular, no tiene comparación”.
Una de las cosas que destacó la docente del ejercicio de esta profesión tan importante en la vida de los chicos, es la espontaneidad de los más pequeños y su imaginación. “Todos los días tenés cosas nuevas, no existen las rutinas. Por ahí uno llega con la cara un poco larga, pero ellos siempre logran sacarte una sonrisa”.
Por otro lado, agradeció el apoyo de los papás, que durante más de un año debieron trabajar en equipo con las seños para continuar en la educación de sus hijos. «La verdad es que trabajaron mucho para ayudar al docente y nos han apoyado un montón. Han hecho de todo. La tarea de los padres ha sido maravillosa. Sin eso, no lo hubiésemos logrado”.