La familia de Audino recibe a RESUMEN en medio de los preparativos para una cena familiar. Hilda, su esposa, junto a sus hijas Mariana, Blanca, Amalia y Sofía preparan la picadita previa y la torta casera, mientras van llegando los invitados.
Audino se prepara y llega a la entrevista de camisa rayada y pantalón marrón. Y a pesar de casi no ver y estar un poco sordo, se ubica en un sillón naranja con un montón de cuadros de pájaros echos por él, en la pared de atrás, bien dispuesto para hablar a la cámara.
Cuando habla sobre sus cumpleaños, «te confieso, ninguno de mis cumpleaños los pasé de manera fastuosa. Cuando era un niño mi mamá preparaba un mate cocido con pan casero, vivíamos en la esquina y venía algún compañerito de la escuela San Martín, donde yo iba. nunca fuimos ni siquiera con mis hijas, nunca les festejamos ni ´los 15´, siempre con una manera muy ´franciscana´ de pasarla porque nos parecía de que hay una manera diferente de contemplar los que no pueden con los que si pueden».
Audino fue doce años intendente y concejal en 1973: «En ese entonces, confrontamos con el candidato Luis Peralta, quien era muy buena persona y Braulio Pérez era nuestro candidato, en ese entonces, la mayoría estaba conformada por 4 y la minoría por 3 ediles. Perdimos por sólo 78 votos, por poco».
Sobre que recuerda o destaca de sus intendencias, afirmó: «Infinidad de cosas: entre los pocos logros, la creación del ´Departamento de Pavimentación y Anexos´, un logro muy importante, un instituto conformado con personal municipal. Yo tenia el criterio de que estaba bien si hacíamos media o una cuadra. Fuimos perfeccionando el sistema hasta que llegamos a hacer 4 cuadras al mes. Este proyecto lo habíamos rescatado del año 56-57, que lo tenía el Ingeniero Juan Constantini. Lo presenté como concejal en el ´73 y no prosperó hasta que llegué a la intendencia. Cuando fui intendente lo retomé, compramos los silos, armamos la Planta Hormigonera».
Y agregó: «Lo que la gente conoce, la Terminal de Ómnibus, la remodelación de calle Belgrano, de Avenida Libertador. Queríamos destacar una impronta ´Histórica, Señorial y Romántica´, eso es lo que queríamos mostrar de Alta Gracia y una de sus carcaterísticas era la piedra negra, que se dispuso en el Reloj Público y en todos los proyectos que tuvimos -ya estaba desde la década del ´60 en la Plaza Solares y en la vereda del frente de la Estancia Jesuítica-«.
No quiso opinar sobre cómo está la ciudad actualmente, pero sí se expresó con respecto a la política, manifestando su rechazo al «malgasto»´ o «despilfarro»: «No puede ser que comunas pequeñas con 200-300 habitantes, su jefe comunal tenga tantos asistentes, ¿quién agarra la pala? eso hay que modificar, hay que hacer una remodelación del sistema político en todo el país».
En relación a su hija Amalia Vagni, actual concejal de Alta Gracia Crece: «La veo con la preocupación que todo padre -que ha vivido de la política- puede tener…su paso por el Concejo Deliberante dos veces, también dos veces por la Legislatura, todo eso hace que esté excelentemente preparada para cualquier cargo municipal. Yo creo q a la ciudad le hace falta una renovacion, pero creo hay que hacer un cambio y que ella está preparada para el mismo».
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