En el Departamento Santa María, sobre casi 48 mil votos contabilizados, el peronismo retuvo 10 de las 12 comunas que puso en juego y mantuvo, merced a la victoria de Walter Saieg, la banca en la legislatura que viene ganando comicio tras comicio. El propio Saieg, sumando casi nueve mil votos más que su más inmediato perseguidor, Martín Nuñez Cremades (de Juntos por Córdoba), quedó parapetado de cara al plano interno del PJ departamental como uno de los candidateables para la intendencia de Alta Gracia, sobre todo después de haber empapelado la ciudad con su figura, pero sin indicar a qué cargo se postulaba. Es por eso que Facundo Torres salió la misma noche del domingo a contestar con sus propios carteles y la leyenda: “Facundo Sigue”, mientras hablaba de una fórmula consensuada con el todavía ministro de Gobierno y Seguridad.
Dos derrotas, o diez victorias
El vaso puede verse medio lleno o medio vacío. Lo cierto es que en muchas comunas referentes de Unión por Córdoba que han pasado más de una década al frente del poder, se enfrentaban, en algunos casos, por primera vez, a partidos opositores. Se pusieron en juego 12 plazas gobernadas por el PJ donde incipientes oposiciones significaron un riesgo que, en la mayoría d elos casos, supieron sortear. Dos comunas con poca cantidad de habitantes pasaron a engrosar las filas opositoras: triunfos de Ignacio Sala (Juntos por Córdoba) en La Paisanita sobre Constanza Poletto (UPC); y de Nilo Pérez (Córdoba Podemos) en Dique Chico sobre Abel Cistaro (UPC), mientras que en las otras 10, sus actuales jefes comunales e intendentes retuvieron el cargo. Un dato para destacar es la victoria de Juan Carlos Cimmadamore en Despeñaderos, la ciudad con más votantes de las que había en juego (3230 votos), donde se registró la mayor ventaja a favor del peronismo en el Departamento: 70,21% para el intendente, lo que arrastró votos para Saieg y Schiaretti (25% de diferencia para gobernador y 33 para legislador a favor de UPC). La victoria más escueta la tuvo Antonio Bruno en Los Aromos, con solo el 30,19% de los sufragios.
El empujón del Departamento
Santa María, pese a no tener el peso de otros Departamentos en cuanto a votos, aportó una diferencia importante para las victorias del PJ a nivel provincial: 17,5% de diferencia para gobernador y 19% para legislador departamental. Es importante señalar, en tanto, que esta elección condicionará a las dos grandes batallas que restan por definir en la región: las intendencias de Alta Gracia y Santa Ana, que se dirimirán en septiembre próximo ya con gobernador electo, lo que constituirá un empuje extra a los candidatos peronistas de ambas ciudades.
Un dato saliente en las elecciones de este domingo, fue la lentitud para contar los votos, criticada desde el Gobernador hacia abajo por cada fiscal de mesa. En cuanto a resultados, fue notoria la variación en una misma mesa con respecto a otra sobre cargos diferentes. De lo dicho se desprende que, pese a las dificultades, la gente comienza a determinar más por los nombres que por los partidos, como ocurría antaño. A nivel provincial, Unión por Córdoba ganó en la mayoría de los Departamentos, a excepción de la Capital provincial, donde la victoria fue claramente radical y el futuro aparentemente lo será también.
Pese al agua
Un dato curioso es que en el Departamento Colón, donde se ubican ciudades como Jesús María, Colonia Caroya, Río Ceballos, Villa Allende, Unquillo o Salsipuedes (algunas de las localidades afectadas por el último temporal), Unión por Córdoba obtuvo una ajustada victoria que superó los 5 puntos, solventada sobre todo por la gran victoria en La Calera (feudo de Rodrigo Rufeil), que le permitió compensar las derrotas en Río Ceballos y Villa Allende. Ahora, asegurada la residencia en el Panal por cuatro años más, el oficialismo buscará capitalizar las intendencias restantes en disputa.
Datos y Votos
Dando el ejemplo: en La Paisanita el primer votante se registró a las 08:03 minutos. Se trata de un anciano de 83 años.
¿A quién se le ocurrió?: desde el comando del Correo Central llegó la disposición de que solo se podía contar votos cuando hubiesen terminado todas las mesas de votar.
Un poco de sentido común: muchas fueron las dificultades que vivieron las personas con capacidades diferentes. Trabas, quejas, demoras, urnas en primer piso y muy poco sentido común de quienes estuvieron a cargo.
Los leales
Dentro del gabinete municipal, van quedando claro quienes responden a cada uno de los referentes. Mientras muchos se pasan al bando schiarettista, otros permanecen junto a Saieg, como Roberto Urreta en el gabinete o Claudio Farias en el Concejo.
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