El viaje comenzó en Anisacate en el mes de noviembre, y llegaron hasta La Quiaca, desde donde emprendieron el descenso por el mapa. “Para fin de esta semana deberíamos llegar al kilómetro 0 en Cabo Vírgenes. Arrancamos desde La Quiaca, y ya hicimos unos 4000 kilómetros. Estamos a punto de cumplir nuestro sueño de recorrer todo el país con un combustible que no es petróleo, sino que es una energía alternativa muy al alcance de la mano, que es la basura”, relató.
Edmundo anticipó que cuando regrese a Anisacate, continuará con un segundo proyecto, que es el de lograr que su vehículo funcione con plastigas. “Ya empecé con algunas pruebas y está funcionando. Las pruebas preliminares indican que será más potente que la gasura. Qué mejor que terminar con la gran contaminación que es el plástico”.
En estos momentos, el inventor y su compañera se encuentran en Comodoro Rivadavia, a punto de salir hacia Puerto San Julián, con expectativas de llegar a Río Gallegos para el día de mañana. El ingeniero explicó que no hizo el recorrido de la ruta 40 porque hay zonas muy aisladas y no hay basura. “De Esquel me crucé a la costa y vamos juntando residuos de las ciudades costeras. residuos secos y combustibles orgánicos: carozos, cáscaras, carbón, restos de poda”. Mientras él viaja en su Ford Falcon Ranchera con el carro gasificador para hacer 500 kilómetros, su compañera va a la par con otro vehículo donde va el equipaje.
Para aquellos interesados en esta tecnología, pueden descargar gratuitamente los planes para poder hacer su modelo de auto a basura en la página de Facebook llamada “AUTO A BASURA”, donde también están los documentos de los análisis de emisión de gases de este tipo de energía. Allí, Edmundo demuestra que la gasura no contamina y que, además, aporta un 20% de oxígeno al ambiente.
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