Se trata de Carina Fagni Zanni, quien radica actualmente en Inglaterra, ya se comprometió en Marruecos en persona y ahora está planificando su boda en línea, para el mes de septiembre.
Carina desde el exterior está organizando todo para poder casarse legalmente aquí en Alta Gracia con la asistencia de personal del Registro Civil local, quienes están solicitando toda la documentación pertinente a Córdoba Capital. A la vez, está solicitando los papeles de Youssef El, en Marruecos.
La altagraciense vendrá en septiembre a la ciudad, en una visita fugaz de 48 horas para poder llevar a cabo nada más ni nada menos que el «trámite». Ya ha dialogado para disponer pantallas dentro y fuera de la sala del registro, para que puedan verlo a él y en otra a ella, para aquellos que quieran acompañarlos en este momento tan especial.
«Me voy a poner un vestido blanco corto y estaré acompañada por mi familia. Ya tuvimos un compromiso allá, yo no puedo firmar papeles porque no soy musulmana, por eso nos casamos aquí. Luego residiremos en Inglaterra, él quería que nos mudáramos allá pero yo no puedo por mi hijo Oliver, por la custodia. Vamos a viajar uno y otro, nuestra relación es a distancia» contó la novia.
Sobre cómo se conocieron, detalló: «Él era un seguidor mío de Facebook. Un 16 de marzo yo estaba hablando con otras personas a través de esa red, cuando me ingresó un mensaje de él y al ver su foto, me pregunté ´¿quién es?´. Y cuando entré a su perfil, me flasheó, me encantó, me gustó muchísimo y empezamos hablando en español, él me contó que estaba estudiando español. Intercambiamos celulares y empezamos a charlar. El 23 de marzo empezaba el Ramadán (mes de ayuno, oración, reflexión y comunidad) y no podía hablar conmigo. Le escribí dos o tres veces, me ponía ´likes´ a los mensajes pero no respondía. En el medio, me fui a Turquía a hacerme el bypass gástrico y fue el único que me hizo una videllamada para saber cómo estaba».
«Cuando terminó el Ramadán, pasaron dos o tres días hasta que finalmente me habló y desde entonces nunca dejamos de comunicarnos. Yo le propuse de vernos, en España o Marruecos un par de días. Sinceramente pensé que esto sería una aventura, pero cuando le dije de vernos por cuatro días, me planteó que eso era muy poco para él, que ´quería algo para toda la vida, estoy buscando algo serio´. Llevábamos horas y horas hablando por teléfono y me dijo cuando quieras venite a Marruecos. Nos empezamos a enganchar y le dije ´bueno, mi cumpleaños -26 de junio- lo paso con vos. Además es mi aniversario de 23 años que me fui de Argentina´. Entre la dieta y la operación que me hice, bajé 41 kilos y pensé que tenía mucho para celebrar. Me voy a tomar un avión y te voy a conocer. Todo el mundo en el trabajo me decía que estaba loca, cómo me iba a ir a África sola, que me iban a pasar cosas malas. Y yo pensaba no es cualquier tipo, es el amor de mi vida» continuó su relato.
Al llegar al aeropuerto, él llegó con un ramo de flores, «nos fundimos en un abrazo y fue el abrazo más grande que le di a alguien en mi vida. Y ahí empezó la real historia. Llegó con su hermana y sus sobrinos a recibirme. Me dejó su casa para que yo no pagara hotel. El lunes 26, nos levantamos, salió toda la familia -él es el menor de diez hermanos- hacia un shopping. Nos metimos en una joyería y empezó a pedir anillos de oro, yo no entendía nada -recién estoy aprendiendo- y me preguntó cuál me gustaba. El primero que me probé fue el elegido y es el que tengo. ´No hace falta que gastes´. Los hombres no pueden usar oro asi que pidió el de él de plata. Cuando el vendedor me da el recibo, me felicita por el matrimonio y yo pensaba ´¿qué matrimonio?´. Cuando salimos, delante de toda la familia sacó la cajita y me dijo ´en unas horas nos casamos, sos el amor de mi vida, ¿te querés casar conmigo?´. De ahí nos fuimos a una tienda donde compramos los vestidos típicos, volvimos a la casa donde me esperaba la maquilladora y se llegó una mujer que oficializó el compromiso. Soy su mujer ante su familia, ante Alá, pero no firmé el contrato matrimonial porque no voy a cambiar de religión. Volví a Inglaterra y empecé a organizar nuestra boda y continuamos a distancia, viajaré todos los meses hacia allá».
«Él nunca había llevado una novia a su casa, el árabe cuando elige una mujer es para casarse. Es super romántico, cariñoso, este hombre me mostró en cuatro días que la última relación que tuve» concluyó.
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