Otra vez la cárcel de Bouwer esta en el ojo de la tormenta. Hace pocos días, la muerte de una interna de la cárcel de mujeres y el intento de motín de sus compañeras en señal de protesta, avivaba un viejo reclamo: la falta de asistencia médica.
Luego del cese de la cuarentena estricta, reclusos de diferentes pabellones y módulos, reclamaron por la situación sanitaria y el caso llegó al Ministerio de Recursos Humanos; así mismo, tal parece que la cosa no ha cambiado en demasía.
En las últimas horas, falleció un recluso de 46 años. Alquien que- según trascendió – estaba detenido por causas menores y ya había solicitado la prisión domiciliaria por padecer varios problemas de salud. Beneficio que le había sido negado.
El hombre tenía un cuadro de diabetes avanzado y se habría descompensado en su celda. A pesar del pedido de otros presos por su asistencia, trascendió que fueron ellos quienes debieron sacarlo hasta la guardia y, a los pocos minutos falleció.
El caso vuelve a generar preocupación y ya intervino la Justicia.
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