Días atrás, un hombre de 80 años debió despedir a su mujer que falleció. El lugar donde había sido enterrada era en la parte final del Cementerio de nuestra ciudad y al señor, por su avanzada edad, se le dificultaba llegar caminando. Cristian Maldonado, quien trabaja en el Cementerio, le ofreció cargarlo. Según contó a RESUMEN, el hombre se negó. «Hizo un par de pasos y realmente no podía caminar. Entonces le volví a ofrecer mi ayuda y aceptó. Lo sentamos en una silla y lo cargamos hasta el lugar» contó Maldonado a este medio.
De esa manera, y con ayuda de los trabajadores del Cementerio, el vecino pudo despedir a su mujer. Sin embargo, Cristian contó que muchas veces deben asistir a quienes van a despedir a un ser querido, porque se desvanecen o se descomponen a raíz de la situación que están atravesando.
Ante esta situación, Cristian decidió comunicarse con el grupo Los Carteludos, reconocidos en nuestra ciudad por la solidaridad que brindan. «Les pedí si podían conseguir una silla de ruedas y rápidamente me ayudaron. Ahora tenemos una en el Cementerio para poder trasladar a las personas cuando pasen por un momento así» finalizó Maldonado.
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