Fue uno de los rumores que más llamaron la atención en el último verano. Nicolás Cabré y Rocío Pardo coincidieron en la cartelera de Carlos Paz y promediando la temporada comenzaron los primeros rumores. Él protagonizaba Los Mosqueteros del Rey, una de las más exitosas de la plaza cordobesa, y ella realizaba el espectáculo Pabellón Tornú. Y los primeros indicios sorprendieron al público.
Una foto juntos reveló una historia que llevaría un tiempo y encendió las alarmas de la prensa y de los curiosos. Ella lo negó en un móvil con Intrusos, con la picardía de quien no quiere ocultar demasiado. Por su parte, el actor hacía gala de su obstinado bajo perfil, sin expresarse al respecto y utilizando sus redes sociales solo para compartir asuntos profesionales, sus rutinas de entrenamiento y algunos momentos con Rufina, la hija que tuvo con Eugenia La China Suárez.
Pero promediando marzo jugó un poco más fuerte. Rocío cumplió años y Nicolás le dejó un corazón en la foto de la torta que ella subió a sus redes. Un detalle sutil, pero que no pasó desapercibido. Y si quedaba algún escéptico, se evaporó en los últimos instantes del miércoles.
Pero ya está todo confirmado: el actor y la bailarina subieron a sus redes sociales una publicación en conjunto, con dos imágenes que hablan por sí solas. En una se los ve sonrientes, abrazados y mirando a cámara en un primer plano. La otra es en exteriores, abrazados más intensamente y antes o después de darse un beso. “Sobran las palabras”, escribieron, como para que nadie más les pregunte.
Nos remontemos a dónde toda esta historia de amor inició: Cabré estuvo al frente de Los mosqueteros del rey, junto a Jorge Suárez, Nicolás Scarpino y Fredy Villarreal en una de las grandes puestas de Carlos Paz. Una ciudad que Rocío conoce desde chica y como pocas, ya que es la hija de Miguel Pardo, el reconocido productor de la ciudad. Y cuenta con un pasado mediático durante su romance con Ulises Bueno, el hermano del Potro Rodrigo, otro apellido ilustre del espectáculo cordobés.
Por su parte, Pardo fue entrevistada por el cronista Pablo Layus: “Ya hablamos, me da vergüenza”, se excusó. “¿Podemos confirmar entonces?”, insistió el cronista y como respuesta encontró otra corrida de la joven, esta vez a mayor velocidad para meterse en el subsuelo de una cochera. “¿Comida para Nicolás?”, indagó el movilero de Intrusos en el último intento por obtener alguna confirmación, que otra vez fue en vano.
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