«Sentimos mucho miedo. La verdad es que para quienes vivimos toda la vida acá, nunca vimos algo igual», contó Claudia, vecina de Valle Alegre a RESUMEN, el día después del desastre.
Hoy, los vecinos despertaron con un panorama desolador, aunque con la tranquilidad de haber salvado sus hogares y muchos de ellos, sus animales.
«Las llamas avanzaban y la columna de humo era cada vez más grande. En un momento pensamos en sacar lo que podíamos y Defensa Civil nos había alertado para evacuar. Pero todos los vecinos salieron, com camiones, tractores, a llevar bidones con agua, buscaban la forma de ayudar y proteger nuestras cosas», agregó Noelia.
Mientras, en Villa Camiares la situación era de alerta. Los vecinos estaban atentos al posible avance del fuego, al momento que Defensa Civil bloqueaba los accesos al sector. Todo, y como un minuto a minuto, se vivía a través de los grupos de whatsapp del barrio. Grupos creados inicialmente para advertir sobre un posible hecho delictivo y que; en este caso, se vieron inundados con mensajes respecto a la amenaza del fuego.
Por su parte, la Empresa Sarmiento decidió ser precavida y retiró los colectivos del depósito ubicado sobre Ruta C-45, dejándolos al resguardo en el predio del polideportivo municipal. Los fuertes vientos podían cambiar repentinamente el frente del foco y en ese sentido, era mejor prevenir que curar.
Hoy Córdoba sigue en alerta roja y, a pesar del cese de la mayoría de los focos de incendio, no se descarta aún pedir ayuda a otras provincias en caso de que la situación vuelva a ser caótica.
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