En la primera audiencia del juicio por el femicidio de Aydeé Palavecino, quien también declaró fue Graciela Cortés, madre de la víctima quien no sólo fue testigo ocular del crimen de su hija sino que además fue otra de las víctimas de Facundo Jiménez; ya que esa noche la mujer sufrió algunas heridas por parte de su yerno y, según dijo, fue mientras «cubría a la bebé».
Graciela dijo que su relación con Aydeé era de mucho «compañerismo». «Nosotras eramos muy compañeras y emprendedoras. Trabajábamos juntas, hacíamos costuras porque yo soy costurera y vivíamos juntas en casa. Yo trataba de no interceder mucho en la relación de ella con Facundo, hablé mucho del tema con ella y le daba consejos pero era tal el poder de manejo que él tenia sobre ella que pudo mas. Entonces yo los viernes que era cuando él llegaba a casa y se quedaba hasta el domingo, me ponía el chip de madre y me lo sacaba cuando el se iba, para no discutir con mi hija», inició.
La mujer confesó además nunca vio a Facundo demostrar amor por la pequeña Olivia, hija de ambos y que en una oportunidad ella le sugirió a su hija que sólo la inscribiera con su apellido. «Él nunca demostró amor por su hija. Más de una vez cuando llegaba los viernes yo le decía agarrála Facu a la bebé, besala, pero él solo la miraba. Cuando Olivia nació su familia no estuvo, él dijo que no les había avisado nada, nunca demostró quererla», agregó la mujer quien reconoció que se enteró del embarazo de su hija cuando ésta transitaba el quinto mes de gestación y fue a medirle el vestido de su fiesta de egreso. «Ella no me dijo nada de ese embarazo y yo reconozco que en ese momento dije que ese bebé no iba a nacer porque tuve miedo de las consecuencias que podía traer en la enfermedad de Aydeé, que estaba medicada por epilepsia. Pero siempre la acompañé, nunca me separé de ella».
Según Graciela, la relación con Facundo hizo que Aydeé se alejara de sus amistades debido a que era «un muchachito muy celoso y controlador», aunque ella jamás evidenció momentos de violencia física entre ambos.
«Él apartaba mucho a ella de sus amigos, le hizo cambiar el numero de teléfono y ella me ponía excusas de que era porque la llamaban mucho de empresas para ofrecerle ofertas y eso. Era el viernes y ella ya se preocupaba porque iba a venir él entonces su grupo de amigos ya no le mandaba mensaje. En su fiesta de egreso yo observaba como todos los amigos de su grupo estaban en la mesa mientras que él la tenía a ella contra la puerta en los baños. Esa noche le dije a una amiga que me sentía ahogada en esa fiesta y le dije al papá de Aydeé, ‘o lo parás vos o lo paro yo’.
Crónica del horror
«Ese fin de semana el llegó mas temprano de lo habitual, eran la 1 o 2 de la tarde, ya habíamos terminado de almorzar y me estaba por ir con mi hija a Alta Gracia… él fue con nosotras, después pasamos por el súper a comprar los pañales y la leche de Olivia y en ese interín ella fue a clases, y no se si fue, yo me junté con unas amigas en un café de la ciudad y tipo 8 aparecieron los dos en el café y ella me dijo que me entregaba la beba porque tenía que ir a clases y él a hacer unas compras. Entonces yo me quedé con la beba, a la salida me pasaron a buscar y nos fuimos casa. Todo normal, cenamos, nos acostamos. Ellos habían comprado todo para hacer pasteles el sábado, era la primera vez que ella hacía algo para vender porque le quería comprar los aritos a la bebé y había tenido mucha venta. Al otro dia nos levantamos temprano, desayunamos, preparé el almuerzo, limpiamos la cocina y nos pusimos a hacer los pasteles, era un dia frio pero lindo…».
«…Aydeé se fue a repartir los pasteles con la beba en el cochecito, yo me quedé sola con él (Facundo) y después se fue a repartir con mi otra hija en moto así que yo me quedé con la beba limpiando la cocina… Aydeé regresó, eran 7 o las 8 y ella me dijo que iba a bañar la bebé que preparara unos mates que después íbamos a jugar a las cartas. La bañaron los dos, le dieron de comer y la bebé se durmió. Fue cuando le entra un mensaje a mi hija de una vecina diciendo si le podía llevar esos pasteles, entonces ella me dice ‘voy a ir a entregarle los pasteles a Carmen que vive en la ruta’, lo miró y le dijo ¿me acompañas? y él dijo ‘si vamos’… ella le prestó un cuellito polar, despues ellos entraron al cuarto y yo me quedé en el comedor, él volvió a salir automáticamente, se fue hacia la cocina, le pregunté ¿que buscas Facu? me dijo ‘nada’ Y se fue para adentro de vuelta. Ahí escuché que ella me llamó, me dijo ‘ma’, él me ataja en la puerta, me da un golpe, me inca con el cuchillo y yo caigo. Sólo lo agarré de los pies,. el gruñía y gritaba como un animal».
«…El papá de mi hija estaba en el cuarto de al lado, le grité que viniera, le dije ‘vení está loco’. Yo no entendía que habia pasado porque habiamos estado tomando mate. En ese momento se me cruzó Olivia por la cabeza, cuando llegó el padre de Aydeé logré levantarme, agarré a la beba que estaba en el moises y salí corriendo hacia afuera. En ese segundo escucho la voz de mi hija ‘veni ma que estas sangrando’ me decía, ella venía corriendo detrás mio. Fue todo tan rápido, yo no pude llegar a la casa de los vecinos a pedir ayuda, él me alcanzó y empezó a patearme, yo me caí y cubrí a Olivia con mi cuerpo, el me seguía pateando. Aydeé le dijo «basta Facundo’, se agachó no se si a agarrar la beba y ahí fue cuando la corta. Una vecina escuchó y vino a ayudarme, cuando me levanta Aydeé ya estaba tirada al lado mio».
«Hoy mi mayor deseo es poder cambiar el apellido de mi nieta»
Graciela asegura que aun necesita una explicación. «Nunca entendí porque tanta maldad. Yo siempre respeté la decisión de mi hija de estar con él, más aun cuando se embarazó. Él era un muchachito celoso, controlador, yo lo tomaba como tipico de la edad, habían sido papas recién, lo tomaba como ya va a crecer, nunca vi violencia física sino la cosa hubiese sido diferente».
«Cuando empezó el terciario, Aydeé hizo un giro en su vida. Estaba llena de ganas, de proyectos, de ilusiones, quizás también porque había sido mamá. Esa bebé que hoy está conmigo y es mi botón de arranque diario porque sin ella no se. Ella vive conmigo, tengo la guarda provisoria y compartida con mi hija y su esposo y he inicado el tramite de tutela. Después quisiera sacarle el apellido porque ya demasiada cruz tiene mi neta con decir ‘mi papa mató a mi mamá’. Hoy ese ese mi mayor deseo, cambiarle el apellido. Respecto a Facundo, que Dios lo perdone porque yo no puedo».
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