Quizás, determinar que una mujer se quitó la vida a causa de la violencia de género que padecía, puede resultar difícil de establecer; o quizás no. Esto, sin duda, dependerá de los antecedentes al hecho, de si hubo denuncias o situaciones previas que evidencien ese estado de indefensión y hartazgo y hasta de posibles testigos directos de esa relación. De todos modos, en Argentina, y a pesar de que es un tema que está en agenda mediática desde hace años, son muy pocos los casos en los que se condenó por «suicidio femicida», por el contrario, si lo hubo por la «instigación al suicidio», en la que nada tiene que ver el género.
La muerte de Agustina Moreno sigue sembrando mas dudas que certezas. La autopsia preliminar remarcó la «autodeterminación» y la Justicia no encontró argumento alguno para señalar al ex novio de la joven- a quien sí signaron los familiares de ella como el presunto «femicida»- como responsable del hecho. Esto, tras alegar que la joven era víctima de violencia de género tanto física como verbal por parte de el, a pesar de haber denuncias en el medio.
En el suicidio femicida la motivación principal es la violencia. Pero ¿cómo se comprueba que el hombre quería que ella se matara? No, probablemente él ni siquiera intentaba que ella se suicidara, quería que ella se mantuviera subordinada y dominada. Y, ella ve el suicidio como un escape, por eso se vincula a la institucionalidad o el rol del Estado. Es decir, quizás algunas denunciaron y pidieron ayuda, y muchas veces tomaron la decisión luego de que la Justicia no actuó. La violencia siguió y fue- erróneamente- la única salida que encontraron.
En Córdoba hay un precedente. Un caso bastante diferente al de Agustina pero en donde se condenó a un hombre a Prisión Perpetua, luego de que la Justicia entendiera que la víctima se había quitado la vida porque no podía soportar el abuso que sufrió por parte de su agresor; en este caso, su padre. Hablamos del caso de Sathya, la adolescente que hizo pública la violación que había sufrido por parte de Walter Insaurralde.
En el caso de Sathya, su decisión fue explícita en una carta. Ella dejó claro porqué se mataba y esa fue prueba mas que suficiente para el tribunal. Pero, cabe remarcar, que son casos peculiares ya que en donde no hubo escrito de por medio es mas complejo determinar que la autodeterminación fue a causa de esa violencia.
En fin, la familia de Agustina marchará hoy por las calles de la ciudad en pedido de Justicia. Para ellos, no cabe duda de que su muerte está directamente relacionada con los hechos de violencia que vivió y quieren que el responsable pague por lo que hizo.
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