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El centro vecinal que hace crecer al barrio con sus actividades

En una recta del pintoresco zigzagueo del Chicamtoltina, se abre hacia el sudeste el Santa Cruz. Entre esos dos arroyos, se extiende el barrio Liniers y con él, toda su gente, sus instituciones y el super activo Centro Vecinal. Para quien camina por ahí o sigue las páginas del centro en la web, podrá percibir que tiene de todo: feria de emprendedores, yoga, danza, wifi libre y un sin número de convocatorias que van cambiando semana a semana. “Cuando asumimos como autoridades del centro nos pusimos dos objetivos: trabajar con las instituciones del barrio y generar actividades para que el vecino vuelva a lo comunitario”, cuenta Alejandro Silva, vecino del barrio desde hace 20 años y actual presidente del Centro Vecinal Liniers.
Durante el año pasado, junto a la escuela del barrio, hicieron una campaña de plantación de árboles nativos en la plaza y, con los chicos del jardín y la fundación Ecoinclusión, una recolección de botellas para hacer ladrillos con la idea de que algún día se transformen en los bancos. Alejandra Perisset, maestra del Santiago de Liniers y profesora de clases de apoyo, explicó que “Entendemos la educación como parte de la formación integral de las personas y por eso le damos un lugar muy importante en el centro”.

Llegó IDEA
Así es como surge el Programa IDEA, que consiste en ser un complemento a las instituciones educativas del barrio. Hay wifi gratis y regulado para fines educativos que lo usan estudiantes, talleristas, maestros y todos los que lo necesitan. También bajo ese programa están las clases de apoyo, la biblioteca digital y móvil y, por último, las charlas educativas: hubo de seguridad para adultos y de puntaje docente. En las próximas semanas habrá otra sobre concientización del uso de las redes sociales y se está pensando para este año haya charlas para adolescentes con herramientas para estudios y para el primer trabajo.
Por otro lado, Silva explica: “para nosotros la educación en el deporte es esencial para el desarrollo y crecimiento de niños, adolescentes y adultos”. También ahí se ve el esfuerzo de estos vecinos que hacen todo sin recibir un sueldo.

Deporte
En pocos días se cumple un año desde que comenzó a entrenar la escuelita de fútbol. Emiliano Heredia, vecino de Liniers de 17 años y profe de la escuelita se muestra muy entusiasmado: “La verdad que es algo muy lindo ser profe porque la pasamos muy bien enseñando y a los chicos le brindamos mucho cariño. Es muy lindo que se arme ésto en el barrio porque junto con todos los de la comisión avanzamos y cada vez se acercan más nenes”. “Esto surgió así: fueron los chicos del Club Liniers los que vinieron con la propuesta de la escuelita”, dice contento Alejandro Silva quien fue, durante algunos años, técnico de los profes de la escuelita. También desde el centro organizan encuentros de basket para jóvenes y adultos.

Emprendedores
Otra de las actividades que convocan a muchos vecinos es la Feria de Emprendedores. Se realiza todos los meses y no sólo se busca generar un espacio de intercambio económico sino que también se realizan actividades y eventos. Una vez, durante la feria, se les enseñó a los chicos a hacer pan, se horneó y se lo fue regalando a todos los que estaban en la plaza. En la última, se unió a una campaña solidaria con la fundación “Todos por todos. Un brote de luz” donde hacían trueque de ropa por un alimento no perecedero. El centro vecinal por definición es un nexo entre los vecinos y la municipalidad. “Antes de asumir, fuimos casa por casa para hacer una encuesta para ver cuál era la principal problemática. Hay algunas cosas que no están resueltas, pero no interesa hacer política”, aclara.

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