En el mes de diciembre y a raíz del accidente de tránsito del que fue víctima la hija de su esposo, Beatriz decidió trasladarse momentáneamente junto a su familia a la ciudad de Alta Gracia para cuidar la casa de la joven hasta tanto ella pudiera reponerse. Nunca se imaginó que esa decisión la llevaría a vivir un calvario con quienes creía «eran sus amigos».
La mujer es vecina de Villa del Prado desde hace ocho años -o al menos es lo que sostiene mediante documentación-. En diálogo con RESUMEN, dijo que le prestó la casa a unos amigos «por un tiempo» y que éstos se adueñaron del inmueble prohibiéndoles la entrada de manera violenta y con amenazas.
«Mi casa está en calle Domingo Serasio. Es mi casa con posesión desde hace 10 años, mi marido la construyó y hoy estamos en la calle», inicia compungida la damnificada haciendo hincapié a que prestaron el domicilio de buena fe y jamás se imaginaron lo que podría pasar.
«Nosotros en el mes de diciembre le prestamos la casa a un amigo de mi marido que tiene un taller mecánico y nos vinimos a Alta Gracia a cuidar la casa de la hija de mi esposo que había sufrido un accidente en moto. Les dejamos claro que se la prestábamos por tres meses hasta tanto ella saliera de alta. La idea de ellos era supuestamente comprarse un terreno cerca de casa pero un dia volvimos a buscar unas herramientas y nos corrieron a golpes de allí, de nuestra propia casa«, señala Beatriz, a la vez que aseguró que no podía entender lo que esta familia les estaba haciendo.
«Empezaron a empujarnos hasta la calle y hasta nos agarraron a patadas en el piso. Nos decían que la casa era de ellos y que no la iban a devolver. Ahí adentro están todos nuestros muebles, heladera, herramientas, todo», añadió la mujer a quien no le quedó mas remedio que ir a radicar la denuncia por usurpación.
Para Beatriz, esta familia se aprovechó de la condición de salud de su marido quien padece de problemas al corazón y tiene colocado un stent. «Ellos sabían muy bien que el había sido operado y toda situación de salud y no les importó, al contrario, le rompieron los vidrios del auto a piedrazos. Son personas muy violentas».
¿Qué dice la Justicia?
Beatriz y su familia están por iniciar un juicio de desalojo, pero para ello deben reunir mas de 200 mil pesos para iniciar la causa. «Yo soy ama de casa, mi marido no trabaja por su problema de salud y vivimos con nuestro hijo de ocho años en una casa prestada. En dos meses nos tenemos que ir si o si y si esta gente no nos devuelve la casa estamos en la calle. Esto es muy injusto, nos están arruinando la vida», sostuvo Beatriz a la vez que reconoció que jamás hubo «papeles de por medio» a la hora de prestar su inmueble. «No los hicimos firmar nada de nada pero hasta la luz tengo a mi nombre, la gente del lugar sabe que es mi casa donde viví por ocho años, estamos desesperados«, culminó.
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