Desde hace casi dos meses, Alta Gracia y todas las localidades comprendidas en el Departamento Santa María, cuentan con un dispositivo policial de alta tecnología: El Handy Motorola apx 1000; una herramienta que viene a reemplazar y dejar atrás el viejo sistema analógico de intercomunicación de la fuerza y, según aseguraron desde la Departamental, es “perfecto”.
Con el avance de la tecnología, han aparecido también nuevas modalidades delictivas y, cuando de burlar la seguridad se trata, los delincuentes parecen perfeccionarse cada vez más y “saberselas a todas”. Con el handy tradicional, pasó un poco eso. Este tenía la gran desventaja de que si alguien lograba la frecuencia policial, no sólo escuchaba todo el movimiento de los móviles y las directivas que desde la jefatura se impartían, sino que además podían tranquilamente intervenir en la comunicación sin que los operadores lo notaran y hasta clonar los dispositivos. Es decir, “sabían todo” y por ello muchísimos procedimientos terminaban frustrados. Muy por el contrario, con la herramienta recientemente adquirida, eso sería “imposible”, según expresó el Gabriel Assolini a RESUMEN, Jefe de la Patrulla preventiva: “Es un sistema digital que tiene mas de 12 dígitos de encriptación».
Cada vez que contesta el operador, cambian esos dígitos, es decir que no hay forma de que lo escuchen. Pueden incluso comprar la radio, obtener la frecuencia policial pero si el sistema no tiene la misma radio grabada, registrada, no pueden operar. Y, en el caso que se pueda clonar una radio, lo que es casi imposible, pasa lo mismo porque el sistema detecta que hay dos iguales y automáticamente las bloquea”, explicó Assolini.
Ahora “se cuidan”
Desde la Departamental, confirmaron además que esto ha permitido que el delito disminuya, ya que, por prevención, los delincuentes estarían un poco atados, por así decirlo: “antes, por ejemplo, hacían picadas en el camino de los lecheros y cuando llegábamos, ya no había nadie. Esto porque tenían el dato y supimos que había quienes tenían la frecuencia policial y les alertaba. Ahora, ya no nos escuchan más, entonces se cuidan y el delito ha reducido porque no saben donde están los móviles”, dijo Assolini y agregó: “Realmente es un sistema perfecto. Como el que tiene Estados Unidos por ejemplo, cuesta tres mil dólares cada uno por lo que fue una gestión estupenda de la jefatura”.
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