El domingo 30 de enero a las 15.30 horas, en una vivienda de barrio La Ribera de Anisacate, una familia se encontraba haciendo la sobremesa cuando Jorge Roberto González irrumpió en el lugar y tras increpar al dueño de la morada, disparó contra toda su familia. Varios proyectiles no salieron y por ello no fue una masacre lo sucedido finalmente.
El agresor se encuentra ya detenido y hay hermetismo en relación a si pertenecía o no a alguna fuerza de seguridad años atrás. La causa está a cargo del Fiscal Alejandro Peralta Otonello del Turno II de Alta Gracia.
«Sobre el imputado de continúa tramitando el sumario y se amplió la imputación por ´tenencia ilegal de armas´ y se espera declaración de las víctimas directas ya depusieron otros testigos, informaron fuentes judiciales.
En entrevista exclusiva para RESUMEN, Llanes manifestó: «Nunca me imaginé que esto iba a suceder, aún no se porqué lo hizo, todas las noches complicado dormir sin esa respuesta, ¿por qué?».
«El milagro es que hoy mi familia, mi señora, mis hijos y yo estamos vivos»
«Fue muy rápido, estábamos en el quincho de mi casa, domingo, haciendo la sobremesa y estaba sentado en la punta de mesa cuando veo de repente a Roberto en la puerta parado con la pistola en la mano. Imaginé ´debe haber un ladrón´. Estaba mi señora con mi hijo preparando todo para comer una chocotorta, estábamos esperando a mi nieto que venía de Usuhaia, mi otro hijo estaba con dos amigos poniendo la play, también estaba mi nuera y un amigo de mi nuera» comienza su relato.
Y continúa: «Me levanté, le pregunté que necesitaba…y me dice ´todos los domingos lo mismo con vos, siempre gente´. Atrás mío, viene mi hijo que se pone al lado al mío, y pregunta ´¿qué pasa pa?´. Entonces Roberto dice: ´A vos te tengo una bronca bárbara, te voy a matar´ y le gatilla, gracias a Dios no salió la bala. Mi hijo sale corriendo y le dispara de espaldas, le pega en la nalga y cae al piso».
«Sale mi otro hijo y mi nuera y siento el impacto del proyectil que entra por atrás-y muestra las costillas- ingresa y sale sin tocar, por suerte, ningún órgano vital. A mi esposa, le gatilló a mi en la cabeza. Aún no entiendo el porqué. Teníamos una relación de muchos años, siempre le tendimos una mano» manifestó consternado.
Sobre la primera versión que recorrió los medios, sobre la música alta, afirmó: «No había música alta, los chicos recién llegaban de trabajar, trabajan todo el día en una carnicería, de lunes a sábado en horario comercial y domingo por la mañana. Si hubiera sido la música, no es excusa para matar a una familia, hay leyes y otras formas».
Cuando la familia se está preparando para irse al hospital, el hombre vuelve al auto y busca algo en un estuche grande: una escopeta. «Yo sangraba mucho y tenía miedo de desangrarme. ´No salgan que está con una escopeta´ dice uno de los amigos de mi hijo. ´O me muero yo o me mata él´ pensé, entonces tomamos coraje y salimos. Me acompañó un compañero de mi hijo y mi esposa manejó. Agradezco la atención que recibí en el Hospital Illia».
Poco después llegó la policia y su hijo fue trasladado a Córdoba. El arma que se utilizó en la agresión es calibre 38.
«Fui derivado también a Córdoba y ahora estoy bien, tomando los medicamentos. Estamos esperando que se recupere mi hijo, ya que la bala le tocó el ciático. Podría haber sido peor, podría haber tocado la columna y hoy estaría en silla de rueda».
«Agradezco a la familia de Roberto, a su señora, a sus hijos, que vinieron, llamaron, preguntaron. Ni ellos entienden que sucedió» manifestó.
Con respecto a cuál es su hipótesis, surgen dudas que tienen que ver con tiempos oscuros de la Argentina: «Yo creo que él nos quería matar. Tenemos una sospecha, de que quizás como mi papá fue delegado de la Renault durante la dictadura…y él manifestó ser parte de las fuerzas de seguridad pero no se halla documentación…Es materia de investigación y confío en el fiscal, apelamos al Estado de Derecho y de Democracia».
«En esta casa, el domingo 30 a las 15.30 horas, se produjo un milagro» concluyó aliviado.
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