Cuando se pasa la mitad del año, empiezan las especulaciones y las dudas acerca de quién tendrá las riendas de la nuestra Fiesta Mayor. Hasta ahora, había una única certeza: no sería Luis Risso, quien fue Presidente cuatro veces seguidas. Hace pocos días atrás trascendió el nombre del elegido para guiar al equipo que tiene una tarea ardua de una edición en plena crisis y en plena campaña electoral, tanto provincial, así como municipal.
Daniel González, según fuertes trascendidos, es el hombre que agarrará las riendas de la próxima edición de Colectividades. González es un empresario peronista muy conocido y respetado en la ciudad que llegó, al gobierno municipal durante el Gobierno de Julio Barrientos.
Luego de la trágica muerte de del Intendente peronista en 1997, Gónzález quien tenía el cargo de Secretario de Gobierno y, a su vez, de Secretario General, sumó también la cartera de Obras y Servicios Públicos, una supersecretaría en épocas de acefalía que hacían pensar que más que un funcionario se tratara de un intendente en potencial.
Pero así no se dio. González tuvo una participación meno incisiva de lo esperado en los sucesivos gobiernos peronistas hasta un casi retiro, por lo menos de la vida política local.
En 2014, cuando el Pro parecía una alternativa al kirchnerismo, González se acercó a ese espacio político, pero la experiencia fue breve. Disconforme, volvió a sumar al partido que siempre lo vio como un hombre fiel, el peronismo. Y en 2016 ya se lo vio en un acto oficial, al lado del Intendente Torres.
¿Y Risso?
Así como en pleno desarrollo de Colectividades 2017, Torres confirmó a Risso Presidente para el 2018, este año la noticia de una historia que se termina llegó mientras aún había paella en la olla y el Milo Morcillo con las luces encendidas. Las razones son o pueden ser variadas: un ciclo que se termina o, como se rumorea, un choque con militantes cercanos a Walter Saieg que ya no tenía arreglo.
Porqué González
Facundo Torres busca renovar del todo una comisión que siempre respaldó y que, en cierta medida, fue exitosa. La elección de un empresario experimentado y por sobre todo un peronista de toda la vida, significaría hacer confluir las dos caras que necesita el Presidente del Encuentro: cintura política para manejar cuestiones internas y capacidad empresarial.
