Durante la mañana de este lunes, Joaquín Gutiérrez, quien es diácono de la Iglesia de Fátima, se comunicó vía telefónica con los estudios de 88.9 FM.
A partir de un diálogo con el equipo de «Todo Pasa», adelantó cómo será el proceso para elegir al nuevo Papa, que será a partir del miércoles 7 de mayo: «Estamos a dos días de que empiece el nuevo cónclave, el miércoles 7 de mayo. En primer lugar, nos sorprendió el fallecimiento de nuestro querido y amado Papa Francisco, que si bien estaba debilitado su salud, la verdad que nos sorprendió. Después de su muerte, se dio lugar a que los cardenales de distintas partes del mundo, se acercaran a Roma para empezar a participar del cónclave. Y lo más importante que nos da el cónclave, es un nuevo obispo de Roma».
«Para la Iglesia Católica, el obispo de Roma es el que nos preside en la caridad. Y por la tradición, decimos que el obispo de Roma es nuestro Papa, como el mayor pastor. Hay un significado más que puede tener varios, es porque Pedro, el primer Papa, está sepultado, justamente debajo de la Basílica de San Pedro. Eso es lo que nos hace tan cercanos a nosotros a Roma. Estamos ahora a la espera de nuestro nuevo Papa, el nuevo sucesor de Pedro», dijo.
Respecto a cómo se desarrolla el cónclave, Gutiérrez mencionó que «Los cardenales estos días previos a lo que es el cónclave que se hace a puertas cerradas, han participado de encuentros, de congregaciones; que son reuniones en donde se van poniendo sobre la mesa los distintos temas, los perfiles también de los cardenales. Estamos hablando de más de 100 personas, con lo cual no todos se conocen, hay algunos que han sido nombrados muy recientemente, y debatiendo los distintos temas que hacen a la vida de la evangelización, a la vida del mundo también».
«En estas reuniones, se va como apareciendo todo esto, y después, que son estos días ya a partir del 7 de mayo, ellos ya se reúnen solos para elegir a la luz del Espíritu Santo quién va a ser el nuevo pastor, el nuevo obispo de Roma. Estos días del cónclave sí son a puertas cerradas, ellos no tienen comunicación hacia afuera, por el hecho de que es una instancia de mucha oración, y que sus decisiones no estén prácticamente viciadas con el afuera».
«Francisco, en su momento Jorge Bergoglio, no sé si era un favorito, pero era un hombre muy renombrado, al que se le tenía mucho cariño y respeto también dentro de la pura romana. Eso fue un gran regalo y sorpresa, porque Francisco fue el primer Papa latinoamericano, argentino, todos los papas habían sido europeos. En este caso, yo no sé si ellos tienen favoritos, por ahí uno va conociendo perfiles y uno va diciendo, che, qué bueno, mirá este, qué buen perfil que tiene, mirá en dónde ha trabajado, entre otras cosas. Lo que hay que cuidar es que el favoritismo no me gane el corazón», aclaró.
Para saber el proceso de elección, el joven expresó: «En primer lugar, es confiar en el Espíritu Santo que va a estar soplando y que sopla siempre en el corazón de toda la humanidad, y que Dios nos va a regalar el Papa que estemos necesitando. Pero hay que rezar mucho por los cardenales para que se dejen iluminar por el Espíritu Santo, gran protagonista del cónclave, para que ellos a la luz del Espíritu Santo, puedan elegir el nuevo sucesor de Pedro».
«Acá no estamos eligiendo a un sucesor de Francisco. Estamos eligiendo, en primer lugar, al sucesor de Pedro. Renovar nuestro amor al Papa- Ahora, lo que sí deseamos, cuando decimos que ojalá sea parecido, que siga el legado de Francisco, en definitiva es que siga el Evangelio. Francisco no hizo otra cosa que continuar desplegando las palabras, los gestos de Jesús. El Evangelio mismo, creando una cultura de paz, de encuentro, la civilización del amor, promoviendo la persona, buscando la justicia».
«Cuando decimos que queremos a alguien, ojalá sea alguien parecido a Francisco, estamos diciendo, ojalá que alguien siga teniendo ese olor a Evangelio, ese olor a oveja, como decía Francisco. Alguien que siga acompañando a la Iglesia, acompañando también los signos de los tiempos. La Iglesia está viva y necesita seguir acompañando la vida de cada persona, en el aquí y en el ahora. Con la realidad que nos está tocando vivir. Tiene que ser alguien a esa altura, a la altura del Evangelio. Ahora los cardenales tienen ese desafío de continuar caminando así», dijo.
«Hablar de conservadurismo, hablar de progresismo, eso suena mucho en la Iglesia, pero son categorías que más bien se usan en otros ámbitos, pero que se aplican a la Iglesia sin querer. Puede haber cardenales o ha habido papas, que han tenido su cultura, su historia, no es lo mismo de una región, de un continente a un latinoamericano. Son realidades distintas y cada uno pone su impronta», mencionó Gutiérrez.
«Acá lo que hay que hacer es tratar de ser como Jesús, y eso Francisco lo deja en claro. El testimonio es justamente por las obras y no por las palabras. Francisco fue un papa gestual. Si bien nos regaló un magisterio hermoso, el magisterio son los discursos, sus escritos, pero no se quedó en las palabras. Él sabía muy bien que las palabras se las lleva el viento y la vida no se echa en un discurso, sino se echa en el gesto concreto, y en el más sencillo todavía. Ojalá el nuevo papa tenga esa sensibilidad».
Explicó que «Hay más de 100 que pueden ser elegibles. Entre ellos hay 4 argentinos, también a nuestro obispo, el padre Ángel Rossi, que está allá en Roma, y es votable. La posibilidad de que haya otro papa argentino está, pero es objetiva, como dice nuestro obispo. Será quien tenga que ser».
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