El miércoles 18, la región se vio conmovida por el asesinato de Valeria Oviedo de 21 años. A media mañana se envió su pedido de paradero junto al de un hombre de 38 años, quien fue su captor. En horas del mediodía, se encontró el camión de Luis Alberto Ludueña, en Sacanta, a 180 kilómetros de Despeñaderos. En la zona rural del pueblo, la policía detuvo al femicida quien luego indicó donde estaba el cuerpo, envuelto en una frazada.
Carlos Oviedo sostuvo en un programa de televisión que el asesino iba a la casa de Valeria en Despeñaderos. «Con él supe ir a la primaria y de ahí en más no supe nada más. Pero sí sé que la madre de mi hija se relacionaba con él, por eso quiero que se investigue», planteó.
Consultado por si existía una relación previa entre el femicida y la madre de Valeria, insistió: «Hasta donde yo sé, sí. Este asesino iba a la casa de mi hija».
Al respecto, su abogado, Carlos Nayi, mostró cautela pero no descartó la hipótesis: «Todo debe ser investigado y el fiscal determinará si hubo otro grado de responsabilidad».
Alevosía
La querella también reclama que se incorpore la figura de alevosía a la acusación contra Ludueña. «Los resultados preliminares de la autopsia hablan de una muerte violenta por golpes en la región frontal y parietal de la cabeza.La víctima fue tomada por sorpresa. Le he pedido al fiscal que aplique la figura de alevosía», afirmó Nayi.
Fuente: eldoce.tv
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