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«Hasta el día de hoy sido preguntándome porqué mataron a mi hijo con tanta saña»

Marisa Vergara, madre de Claudio Campos el joven asesinado en 2015 por cinco sujetos que le robaron las zapatillas y dos pesos que tenía en su billetera, pasó este martes por el programa "Tiempos Violentos". En una entrevista profunda con Mayra Giménez, dijo, entre otras cosas, que su vida está arruinada completamente desde ese día.

El crimen de Claudio Campos, sin duda,  fue uno de los mas estremecedores que ocurrió en los últimos años en la ciudad. Perder la vida por un par de zapatillas y dos pesos. Eso fue exactamente lo que le sucedió al joven de 23 años la madrugada del 21 de abril de 2013 cuando cinco jóvenes lo interceptaron y mediante golpes y puñaladas, intentaron robarle pero terminaron acabando con su vida.

Este último martes, Marisa Vergara pasó por el programa Tiempos Violentos y recordó el caso. El cual, marcaría un antes y un después en su vida. Vida que, según dijo, está arruinada desde la muerte de su hijo.

Presentir el dolor de un hijo

Lo que le pasó a Marisa la madrugada en que Claudio murió es de creer o reventar. Aunque muchos podrían decir que no es otra cosa que el presentimiento de una madre; la cual reconoce que su hijo estaba corriendo peligro. Así mismo, es difícil que a todas les suceda.

«Ese día me acosté como a las dos de la mañana y a las cuatro y media sentí un fuerte dolor en el pecho y no me podía levantar. Lo  vi a mi hijo pegado a mi cama con la misma ropa que el falleció, pidiéndome auxilio. Yo sentía que golpeaba la puerta de mi casa y hasta le dije a mi pareja que le abriera la puerta pero el me decía que no había nadie. Solo yo lo veía. Después me di cuenta que eso me pasó justo a la hora que al él lo estaban atacando«, expresó Marisa quien agregó que lo que vino después fue el llamado a la puerta de los efectivos policiales quienes llegaban a decirle que Claudio había tenido un accidente. Sólo eso.

La crónica del horror

Claudio tenía un corte desde una de sus orejas hasta el cuello y otro en el pecho a la altura de las tetillas. Este último mucho más profundo. «Él había estado junto a su novia y el hermano de ella  en Punto Limite (reconocido boliche de esta ciudad). En un momento mi hijo salió con el chico en la moto y lo deja por la Satag y ahí este muchacho se vuelve al boliche supuestamente para buscar a la hermana. Todos se iban a Villa Camiares, ahí estaba viviendo mi hijo«, relata la mujer, respecto a lo que supo sobre la noche de la tragedia.

Sin embargo, esos minutos en los que su compañero y su novia no estaban, Claudio sería víctima se una crueldad que lo llevaría a la muerte. «La policía me dijo que él había ido caminando por el costado de la calle Lucas V Córdoba y que  había cuatro personas en la esquina. Le habían pedido un cigarrillo y él no se si tenia o no pero lo empezaron a empujar, a buscarle problema. Él se resistió  porque le quisieron robar las zapatillas,   las cuales se las había comprado dos días antes, la ultima vez que lo vi porque el había ido a mostrármelas a casa, tomamos unos mates y yo me fui a trabajar«, agrega la madre de la víctima quien a seis años de lo ocurrido sostiene que continúa preguntándose «por qué lo mataron con tanta saña«. Sobre todo, tras escuchar los horribles relatos en el juicio llevado a cabo en el 2015 donde cuatro de los cinco involucrados fueron condenados. «A mi hijo le dieron un montón de cuchillazos, lo he leído y escuché  en el juicio, los testigos dijeron haber escuchado que el suplicaba que lo dejaran«.

Le privaron de vivir «para sus hijas»

Claudio Campos tenía dos hijas con Karla Atencio quien también y a través de una comunicación telefónica, recordó al padre de sus hijas como «una buena persona y gran padre«. A pesar de que al momento de la tragedia ambos ya no eran pareja, la relación era buena.  «El tenia dos nenas de 5 y 2 años con una pareja anterior y a mi hijo le privaron de verlas crecer. Él daba todo por ellas,  se iba de Alta Gracia a Villa del Dique todos los días en su moto a trabajar, era todo para sus hijas, vendía pan casero, vendía empanadas, hemos ido a limpiar los baños a la Gruta, también a cuidar los autos. No era rico porque era un albañil pero se desvivía por ellas«.

Sobre la muerte de uno de los condenados

Marisa no escapó a la pregunta de qué sintió cuando se enteró recientemente que Luciano Mamondes, uno de los condenados por la muerte de su hijo, había sido hallado sin vida dentro del penal de Bouwer: «Hace un tiempo atrás cuando me enteré que en la cárcel de Cruz del Eje habían matado al muchacho Aspitia, (otro de los sentenciados) quedé plasmada y me acordé de la madre. En este caso me pasó igual porque los hijos pueden ser buenos o malos pero son sus hijos. Una amiga me dijo como podes acordarte de la madre de ellos y yo le dije que una madre es una madre y su dolor no se desea a nadie«, respondió la mujer.

El juicio

«Fueron siete dias largos. Y para colmo en el mismo colectivo que ibamos de aca también iban los familiares de ellos. No puedo decir nada porque a nosotros nos han respetado siempre pero si no hubiese sido así?. Yo nunca tuve custodia desde que pasó esto, ni mis hijas. Nunca me han molestado pero tampoco me pidieron disculpas»

Para mi la condena de la Justicia no significa nada. Mientras una madre tiene preso al hijo lo puede ir a ver, yo tengo familiares en ese lugar y lo se. Pero yo en cambio  a mi hijo no lo veo más. El dolor siempre está donde vos vayas. A mi me arruinaron la vida completamente, me marcaron hasta el dia que cierre mis ojos», culminó Vergara con lágrimas en sus ojos.

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