En la tarde del jueves 22 de diciembre, una veintena de padres, madres, tíos, tías, abuelas, primos y hermanos realizaron un acto homenaje en la Explanada de la Estancia Jesuítica.
Formados en ronda, se leyó un escrito que describía qué es Renacer, cómo está formado y cuál es su objetivo. Se encendieron velas y se lanzaron globos inflados con elio, con un mensaje o deseo escrito. Estuvieron presentes, familiares de Joaquín González, de Teo Rodríguez, de Ignacio García, entre otros.
«Con este encendido de velas, encendemos la luz que será la que ilumine nuestro camino a seguir, la que nos ayude a mostrarles a otros papás que hay un camino donde no habita la oscuridad y la que nos va a permitir el cambio a una vida plena. Una vida donde como nos enseña Renacer, hacemos un acto de amor supremo, transformando el dolor en amor» explicaron durante el acto.
Antes de lanzar los globos, expresaron: «En nuestra suelta de globos, se elevan al cielo los mejores deseos de paz, fuerza, esperanza y amor por nuestros hijos que partieron, por nosotros mismos, por los hijos que quedan, por los familiares y amigos que nos rodean. Al cielo soltamos estos globos con alegría, apostando a la vida con fe al reencuentro con ellos, que vuelen alto, libres y en ese vuelo reafrimaremos nuestro si a la vida a pesar de todo».
RENACER
Renacer es un grupo de padres que enfrentan la muerte de hijos, sin fines de lucro, no cuentan con personería jurídica, ni ideología partidaria ni religiosa. Este grupo fue creado hace 34 años por Alicia y Gustavo Berti, tras la trascendencia de su hijo Nicolás. Particularmente en Alta Gracia funciona desde hace cuatro años.
«Cuando se pierde un hijo, la vida se da vuelta como un guante de goma y así comienza a ser la vida para nosotros…Renacer nos enseña que no debemos permanecer en un lamento frecuente. Sino que nosotros tenemos que homenajear y recordar con mucho amor a ese hijo que partió. Porque amor, fue lo que él nos regaló desde su concepción y lo único que tenemos para regalarles es nuestra vida. Tenemos la obligación de hacerles ver a través de nuestros ojos, la belleza que todavía tiene la vida» manifestó Carolina.
La coordinadora explicó que no forman parte del grupo profesionales sino simplemente personas que perdieron a alguien importante, especialmente sus hijos: «Se trata de un grupo de personas que se contienen, ayudan mutuamente y a otros. El amor que nos quedó para darle a nuestros hijos o hijas lo brindamos a otros que lo necesitan, colaboramos con merenderos o a adultos mayores».
Se reúnen todos los jueves de 20 a 21 horas en la Casita del Litro, Malvinas Argentinas 1288.
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