Durante la noche del jueves, y en una suerte de asamblea, trabajadores del Municipio pararon en reclamo por la rotura de cuatro camiones recolectores de basura. Pero, de momento a otro, lo que intentó ser una medida de fuerza quedó inactiva y la cosa dejó más dudas que certezas.
¿Por qué el mismo Secretario General decidió ponerle fin al reclamo?, ¿acaso notó que lo único que evidenciaba era la mala conducta al volante de sus mismos empleados?. No es una novedad, por otra parte, la eterna fricción que existe entre Gabriel Medina y Pablo Ortiz, Secretario de Servicios Públicos del Municipio, a quien se ha tratado de desestabilizar desde su asunción y, lejos respaldar la labor de Ortiz, cabe reconocer que en esta disputa, el encargado de Servicios Públicos siempre ha salido victorioso. Y no se puede decir lo mismo del otro lado.
Lo que se hizo con esta asamblea no fue más que demostrar el destrato de ciertos trabajadores para con los recursos del Municipio, en este caso los utilitarios. Pues, en definitiva, quienes hacen uso de esos camiones son los mismos que ayer pararon. Vaya controversia ¿no?.
Además, es preciso recordar aquel incendio aún no esclarecido de un camión recolector en el predio de maestranza. Hecho ocurrido en febrero de 2021 y que volvió a sembrar desconfianza ante la posibilidad de una mano negra por parte del gremio.
En fin, la asamblea que no fue se suma a uno de las tantas estratégicas de la actual y eterna conducción del gremio, quienes nunca quedaron conformes con el «trato por igual» y sin privilegios que Ortiz les dio a sus empleados. Ni más, ni menos.
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